Desconcierto en EE UU por la tenacidad de la resistencia
La Administración estadounidense está desconcertada por la tenacidad de la insurgencia iraquí y reconoce su fracaso para conseguir, un año largo después del fin oficial de la guerra, el desmantelamiento del núcleo duro de seguidores de Sadam Husein que luchan contra el Gobierno interino iraquí y las fuerzas de la coalición. El desaliento gubernamental fue reflejado ayer en una entrevista concedida a The New York Times en Washington por un alto funcionario de la disuelta Autoridad Provisional de la Coalición (CAP), cuya identidad no ha sido revelada.
Igualmente, y también según el periódico neoyorquino, ni la CIA ni el FBI han conseguido, tras siete meses de intensos interrogatorios, una sola información relevante del ex dictador sobre sus programas de armas de destrucción masiva o sobre la resistencia de sus partidarios en su región natal del triángulo suní. El citado funcionario muestra su extrañeza ante el fracaso de la CIA y de las autoridades militares de la coalición para destruir, o al menos reducir, el número de partidarios del antiguo régimen que mantienen la insurgencia viva en Irak. Y afirma que ese "núcleo duro de sadamistas", compuesto por entre 4.500 y 5.000 efectivos, es capaz de sustituir inmediatamente las bajas causadas por los militares de la coalición o las fuerzas iraquíes.
Insurgencia local
La fuente de la Administración confiesa que la inteligencia militar y civil estadounidense ha sido incapaz de penetrar en la red terrorista del jordano Abu Musad al Zarqaui, responsable de la mayoría de los atentados perpetrados con coches bomba y de la decapitación de rehenes, aunque se muestra menos preocupada por esta circunstancia, ya que, según la fuente, Zarqaui es odiado por una gran parte de la población iraquí. La permanencia de la insurgencia local es mucho más peligrosa, añade. Según estas informaciones, aunque algunos de los terroristas extranjeros penetran en Irak desde Irán, el verdadero coladero se encuentra en la frontera siria. La mayoría de los extranjeros capturados son sirios, "aunque también hay sudaneses, yemeníes y algún saudí, marroquí y egipcio".
Por otra parte, el mismo diario afirma, citando fuentes oficiales, que ni la CIA ni el FBI han sido capaces de sonsacar a Sadam información sobre el destino de las armas de destrucción masiva utilizadas en la guerra contra Irán y contra los kurdos, ni sobre la organización de la insurgencia de la posguerra.
Sólo consiguieron algunos comentarios sobre las razones que le impulsaron a invadir Kuwait en 1990, que provocó la guerra del Golfo. La razón fue mantener ocupado al Ejército iraquí, con el fin de que la oficialidad, tras la guerra contra Irán, no tuviera ideas que pusieran en peligro al régimen.
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