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La huelga de celo de la Policía de Bilbao reduce en un 95% las multas de tráfico

Los más de 24.000 euros diarios que se recaudaban por las sanciones caen hasta los 1.800

La Policía Municipal de Bilbao ha reducido en un 95% las multas de tráfico que impone desde que hace tres semanas iniciase su huelga de celo. Los agentes, que sólo actúan en casos flagrantes tras denuncias de los ciudadanos, expiden ahora, según sus propios datos, una media de entre 20 y 30 multas diarias, cuando normalmente suelen firmar entre 600 y 700 sanciones cada jornada. La actividad de la grúa municipal también se ha resentido drásticamente y sólo se arrastran una cuarta parte de los vehículos que antes del inicio de la protesta, el pasado 11 de junio.

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Los agentes bilbaínos, que suman unos 760, han decidido "relajar" su labor ante la imposibilidad de realizar una huelga tradicional, que está prohibida en los cuerpos policiales. La protesta persigue el cambio en la organización interna, acordada en 1996, que, según los policías, no se está cumpliendo y además "los criterios son más restrictivos". Las centrales convocantes de la protesta -ELA, LAB y el Sindicato Vasco de Policía (SVP)- rechazan que el malestar se deba a la falta de material o su estado obsoleto, aunque son aspectos que también se reivindican.

Las consecuencias se han notado claramente en el tráfico en la ciudad, sobre todo en los aparcamientos, con abundancia de dobles filas y coches mal estacionados. Los sindicatos aseguran que en Bilbao se imponen por término medio cada día entre 600 y 700 multas de tráfico, lo que supone reacaudar entre 24.000 y 36.000 euros. El miércoles pasado, los agentes suscribieron 32 sanciones, según los datos sindicales, "y no se llegaron a las 300.000 pesetas (1.800 euros)", afirmaron. La protesta de "brazos caídos" ha supuesto que sólo se impongan de 20 a 30 multas diarias.

15 arrastres de la grúa

Con esta disminución del 95% en las sanciones, el trabajo de la grúa municipal, que se lleva al depósito los vehículos que cometen infracciones, ha bajado drásticamente. De los entre 50 y 60 arrastres diarios habituales, se ha pasado a cerca de una quincena. "Sólo estamos actuando a requerimiento de los ciudadanos, cuando alguien aparca delante de un garaje u obstaculiza gravemente a otros vehículos", dicen las centrales.

El Ayuntamiento de Bilbao no ha ofrecido datos sobre la incidencia de la huelga de celo. Un portavoz municipal afirmó ayer que tanto el concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maíz, como Ricardo Barkala, el edil responsable de Recursos Humanos, se hallan de vacaciones. Maíz afirmó, al inicio de la protesta, que no había problemas en la ciudad y calificó el servicio de normal porque se estaba "actuando profesionalmente".

Los taxistas, uno de los colectivos más afectados por los problemas circulatorios, comentan que se evidencia la protesta de las policías. "Hay menos agentes y más atascos, aunque están en los sitios más necesarios y cuando han un problema serio, actúan", afirma Ángel Hierro, presidente de Radio Taxi.

Hierro agrega que la protesta tiene consecuencias en su trabajo. "Por los coches en doble fila, que hay más, la circulación es más lenta". El responsable de Radio Taxi asegura que ha aumentado el número de vehículos mal aparcados y expresa su deseo de que acabe cuantos antes y el conflicto se solucione. "A nosotros nos toca un poco más porque estamos 12 horas en la calle".

Sin embargo, el conflicto no tiene visos de solucionarse. El consistorio ha mantenido una reunión con uno de los convocantes, el SVP, pero tanto ELA como LAB no asistieron a la cita. "No hay ningún acercamiento", afirma un portavoz de ELA. El representante del SVP señala que se intercambiaron propuestas, pero no les han vuelto a llamar. "Estamos a la espera".

Las protestas en las policías municipales son poco habituales. En Vitoria, la última movilización se registró en 1989 por el rechazo de los agentes a llevar corbata en el uniforme. Durante un mes no patrullaron por las calles. Desde entonces no ha habido nuevas protestas.

La huelga de celo en Bilbao ha coincidido con los paros parciales en el resto del Ayuntamiento, que también comenzaron el 11 de junio. En este caso la reivindicación, esgrimida por ELA y LAB, es negociar un convenio propio en el consistorio, sin recurrir al Arcepafe, el foro en el que se tratan los convenios para todas las administraciones locales de Euskadi.

[Ayer se desconvocó el paro en Euskotren y la compañía anunció que mañana volverán los servicios nocturnos en trenes y autobuses].

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