El BCE mantiene los tipos y reitera sus diferencias con EE UU
Un día después de que la Reserva Federal (banco central estadounidense) cumpliera con los pronósticos y aumentara por vez primera en cuatro años el precio del dinero, también el Banco Central Europeo (BCE) hizo lo que de él se esperaba: cruzarse de brazos. Su consejo de Gobierno mantuvo ayer el tipo en el 2% y no dio ninguna pista de que la orientación monetaria cambiará en el futuro inmediato. En ello, "no influyó en absoluto lo decidido al otro lado del Atlántico", aseguró Jean-Claude Trichet, presidente del BCE.
La autoridad monetaria "no se inclina por ningún movimiento", aunque "estará atenta" a la evolución de los precios, dijo también Trichet. Ello es una tácita confirmación de que el precio del dinero de la zona euro probablemente seguirá siendo el mismo en los próximos meses, según la mayoría de los analistas. El presidente del BCE cargó un poco más las tintas sobre los riesgos al alza de los precios, lo que parece indicar que una reducción del precio del dinero ha sido definitivamente descartada.
"EE UU es EE UU, y la zona euro es la zona euro. Estamos frente a fundamentos y ciclos económicos distintos", dijo Trichet. En la víspera, la Reserva Federal había subido del 1% al 1,25% su tipo director. Aunque con leves desfases temporales, la evolución de los tipos en EE UU y Europa, de hecho, ha sido paralela en los últimos años.
El peligro de la inflación
Por el momento, sin embargo, la zona euro no está para seguir por este camino. Pese a que la inflación se sitúe por encima de lo que desea el BCE, la estabilidad de precios no corre peligro "a medio plazo", según Trichet, En junio, el aumento de precios en la zona euro fue del 2,4%. La inflación seguirá superando el 2% tanto en lo que queda de año como "en una parte del primer semestre de 2005", según el presidente del BCE.
Pero a diferencia de lo que sucede en EE UU, esto no tiene lugar ante el trasfondo de una sólida reactivación económica. Las últimas noticias que llegan de economías como la alemana son poco esperanzadoras, con nuevas caídas de la confianza empresarial y de las ventas al por mayor y menor.
Entre los riesgos para la recuperación, además, siguen figurando los altos precios del petróleo, según recordó Trichet. Este factor es responsable de buena parte del incremento de la inflación, pero para el BCE las alarmas tan sólo sonarían una vez que de aquí se desprendan fuertes alzas salariales, lo que no parece estar sucediendo. Todo lo contrario: para mantener la competitividad en épocas de deslocalización, en países como Alemania se están comenzando a ampliar -sin ninguna compensación salarial- las jornadas laborales.
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