Uno de cada diez ocupados trabaja para las administraciones vascas

El conjunto de las administraciones públicas vascas -el Gobierno, las tres diputaciones y los 250 ayuntamientos- dan empleo a un total de 58.718 personas. Si a ese recuento se añaden los trabajadores de las sociedades mercantiles y de los entes públicos de derecho privado (organismos autónomos dependientes de las instituciones mencionadas), el total del personal empleado se eleva a 87.644 personas, lo que representa el 9,8% del empleo total ocupado en todos los sectores económicos del País Vasco en el año 2002, según los últimos datos kechos públicos por el Eustat.

El empleo público creció en ese ejercicio un 1,4% con respecto a 2001. Del total de trabajadores, 59.500 están adscritos a la plantilla del Gobierno vasco. Son, principalmente, empleados en Osakidetza (casi 22.500 personas), en la enseñanza no universitaria (23.000) y en la Ertzaintza (7.500). En este cómputo no están incluidos los 2.533 empleados de la UPV, cuyos sueldos son pagados por el Estado.

Las plantillas de las instituciones forales está formado por 8.700 personas, mientras que en los ayuntamientos trabajan otras 19.400 personas. El Eustat no ha incorporado a esta estadística al personal empleado por la Administración del Estado en Euskadi, que asciende a cerca de 14.500 funcionarios.

El análisis del Eustat sobre el sector público revela igualmente que la deuda viva del conjunto de las administraciones vascas ha vuelto a repuntar, hasta alcanzar los 3.047 millones de euros en 2002. La subida se cifra en 271,5 millones, casi un 10% más que en 2001. El endeudamiento que soportan las instituciones supone el 6,8% del Producto Interior Bruto (PIB). El Gobierno tiene pendiente de amortizar a 31 de diciembre de 2002 algo más de la mitad del importe global (1.552,6 millones), mientras que la deuda de las diputaciones se reparte de la siguiente manera: Álava, 58,8 millones; Guipúzcoa 199,2 millones, y Vizcaya 713,6 millones. La deuda viva de los ayuntamientos, que decrece respecto al año anterior, se sitúa en 523,3 millones.

Las administraciones vascas, incluidos sus sociedades mercantiles, aumentaron un 6,7% los gastos corrientes en este periodo hasta contabilizar 8.177,1 millones. La principal partida de este apartado se refieren al gasto de personal, que representa el 28% del total (2.293 millones en nóminas). Los ingresos corrientes, por su parte, aumentaron un 5,7%. Las arcas públicas lograron recaudar 10.149,2 millones. La vía impositiva proporcionó la práctica totalidad de estos ingresos. La recaudación procedente del IVA y el IRPF, que se elevó a 2.962 millones y 2.908 millones, respectivamente, fue la principal fuente de los ingresos tributarios. No obstante, el mayor crecimiento porcentual correspondió a los impuestos especiales, seguido de las tasas municipales y del Impuesto sobre Sociedades.

Como resultado de la evolución de los gastos y los ingresos, el saldo de las operaciones corrientes (ingresos corrientes menos gastos corrientes) fue favorable y se situó en 1.972 millones de euros, un 1,6% más que en el ejercicio anterior de 2001.

El crecimiento del saldo de operaciones corrientes se ha visto contrarrestado por el incremento de las inversiones y las transferencias de capital, lo que ha supuesto una disminución del superávit presupuestario no financiero, que pasa de los 461,9 millones de euros de 2001 a los 336,5 millones de euros estimados para 2002. Este superávit representa el 0,7% del PIB del año 2002, según el Eustat.