El administrador de la ONU destituye a 60 altos cargos de Serbobosnia por no detener a Karadzic
El Alto Representante Internacional para Bosnia, el británico Paddy Ashdown, destituyó ayer a 60 altos cargos serbobosnios, acusados de obstruir la cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) en búsqueda de criminales de guerra, lo que impide la adhesión del país a la OTAN y el acercamiento a la Unión Europea. Bajo los acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra de Yugoslavia, Ashdown goza de un poder discrecional para cesar a los cargos que obstruyen el proceso de paz.
Entre los destituidos figura Dragan Kalinic, el líder del nacionalista Partido Democrático Serbio, en el poder, y presidente del Parlamento de la República Serbia de Bosnia. Según Ashdown, Kalinic es responsable, como dirigente del partido, de la ayuda financiera que éste presta a los acusados de crímenes de guerra, especialmente al ex líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, buscado por el TPIY y supuestamente escondido en el este del país. También fue destituido el ministro del Interior, Zoran Djeric, y varios funcionarios locales, entre ellos el alcalde de Pale, el feudo de Karadzic.
"La República Serbia de Bosnia ha estado demasiado tiempo en manos de una pequeña banda de políticos corruptos y criminales", dijo Ashdown en una rueda de prensa. "Tenemos que desembarazarnos del cáncer del obstruccionismo y de la corrupción en las estructuras de la República y esto sólo se puede hacer de forma eficaz a través de una intervención quirúrgica mayor". El Alto Representante aseguró que tanto Estados Unidos como la UE apoyan estas medidas.
Las autoridades de la República Serbia de Bosnia son las únicas entre los países de la antigua Yugoslavia que no han arrestado a ningún acusado de crímenes de guerra ocho años después del fin del conflicto. Los líderes de la OTAN, reunidos en los últimos días en Estambul, invocaron esta falta de cooperación, especialmente de los serbobosnios, con el Tribunal Penal Internacional para rechazar la candidatura de Bosnia a la adhesión.
Además de Karadzic, el TPIY exige la detención del ex jefe militar de los serbios de Bosnia, Ratko Mladic, también desaparecido desde el fin de la guerra y supuestamente escondido en la vecina Serbia. Los dos están acusados, entre otros crímenes, del asedio a Sarajevo entre 1992 y 1995 y de la masacre de más de 7.000 musulmanes tras la caída de Srebrenica en julio de 1995.
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