Solbes convocará la Comisión del Cupo para pactar con Euskadi

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, anunció ayer al secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Patxi López, que en los próximos días convocará la Comisión Mixta del Concierto entre los Gobiernos central y vasco para acordar la ampliación de la Ertzaintza, el pago del Cupo vasco descontado unilateralmente por Vitoria y las ayudas para paliar los gastos por la limpieza de las playas de los vertidos del Prestige.

La negociación con el Gobierno vasco está muy avanzada, según reconoció ayer el vicepresidente al secretario general del PSE en un encuentro mantenido en el Ministerio de Hacienda. El Ejecutivo central da por zanjada la negociación con el Gobierno vasco en lo referente a la ampliación de la Ertzaintza y a la indemnización por los gastos originados por la limpieza de las playas tras el vertido del Prestige.

El Ejecutivo vasco verá satisfecha su reclamación de ampliación de los efectivos de la policía autónoma, hasta un máximo de 500 agentes, para compensar el número dedicado a la escolta de personas amenazadas en Euskadi. La cifra actual de policías vascos es de 7.500. También verá reconocido por el Gobierno central el gasto de 55,2 millones de euros dedicado por las Administraciones vascas a la limpieza del fuel vertido por el petrolero Prestige.

En cuanto a la reclamación del Gobierno vasco de que le sean devueltos 32,5 millones de financiación adicional de la sanidad, que otras comunidades percibieron a finales de 2.002 -y que el anterior Gobierno no reconoció a la comunidad vasca-, el Ejecutivo ya no discute la cantidad sino los criterios con que se debe efectuar la devolución para evitar "malas interpretaciones" en el futuro, según fuentes próximas a las conversaciones.

Contrapartida

Esta negociación, ya encarrilada, es la contrapartida del Gobierno al apoyo que el PNV dio en el Senado, la pasada semana, al proyecto de Ley Presupuestaria presentado por Solbes. Pero la intencionalidad política del Gobierno va más allá de la compensación por el apoyo presupuestario de los nacionalistas vascos en la Cámara alta.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la conversación telefónica que mantuvo el pasado 22 de junio con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, le adelantó su pretensión de desactivar los conflictos más inmediatos entre ambas Administraciones para facilitar la reunión que mantendrán a fines del mes de julio y que cerrará la ronda de encuentros del presidente del Gobierno con los presidentes de comunidades autónomas.

Zapatero dijo a Ibarretxe en aquella conversación telefónica que quería "preparar bien la reunión", y también le expresó su voluntad de que de ese encuentro salga un "mensaje positivo" de ambos presidentes hacia la opinión pública vasca y española para romper con la dinámica de los últimos seis años en que las relaciones entre ambos Gobiernos estaban presididas por la confrontación.

A Zapatero, pese a las abiertas discrepancias que existen con el Gobierno vasco a cuenta del plan Ibarretxe, le parece fundamental mantener el clima de distensión política que se ha creado en el País Vasco tras el triunfo electoral de los socialistas del 14 de marzo.

El lehendakari Ibarretxe tenía previsto acudir a Madrid antes de 15 días, pero finalmente será su consejero de Transporte y Obras Públicas, Álvaro Amman, quien se desplace para entrevistarse con la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. El Ejecutivo vasco quiere abordar con el Gobierno central la construcción de los tramos de ferrocarril de alta velocidad conocidos como Y vasca.

Tanto Ibarretxe como el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, han reiterado en los últimos días su intención de mantener el plan soberanista y someterlo a consulta una vez que supere los trámites parlamentarios.