Chaves afirma que aspira a mejorar en "cantidad" y "calidad" la financiación de Andalucía

El Gobierno andaluz aspira a mejorar en calidad y en cantidad la financiación de la comunidad cuando se abra la negociación de otro modelo, un proceso que los socialistas prevén a la par que las reformas de los Estatutos de Autonomía a final de la legislatura. La creación de un espacio fiscal propio, la negociación multilateral de todas las comunidades y el aumento de los fondos son las premisas básicas que defenderá el presidente Manuel Chaves, quien anunció que los presupuestos de 2005 recogerán la deuda histórica. No obstante, los socialistas votaron en contra de exigir a Zapatero su pago inmediato.

La financiación autonómica dominó gran parte del último pleno parlamentario antes de las vacaciones, en el que Chaves, a preguntas del PP y de Izquierda Unida, esbozó cuál es su posición de partida en la futura negociación. "El sistema de financiación debe mejorar cualitativa y cuantitativamente la financiación actual que recibe Andalucía", afirmó el dirigente socialista, quien defendió una negociación de todas las comunidades del régimen común en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

La multilateralidad de las negociaciones es que lo que básicamente han pactado Andalucía y Cataluña, comunidades cuyos presidentes, ambos socialistas, defienden un sistema en el que se pague en función de la renta y se reciba por población. Este criterio, a juicio de la popular Teófila Martínez, es "insolidario" y supone participar en "una guerra de a ver quién tira más de la cuerda" propiciada por el presidente catalán, Pasqual Maragall, y el líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira.

La cita de ambos políticos catalanes provocó risotadas en la bancada socialista, toda vez que los populares andaluces siempre sacan a relucir estos nombres -"sus fantasmas particulares", dijo Chaves- cuando tratan sobre la financiación autonómica o la reforma estatutaria. A la acusación de Martínez de que ha pasado de la "insumisión" con el Gobierno del popular José María Aznar al "sometimiento" con el del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, Chaves contraatacó con "la falta de credibilidad" del PP, un grupo que arrastra, en su opinión, un "estigma como consecuencia de los perjuicios" ocasionados a Andalucía durante las dos últimas legislaturas.

El socialista califico de "demagógica" y "peligrosa" la posición del PP respecto a la cohesión del Estado, por cuanto "trasladan que todo lo que es bueno para Cataluña es malo para España y Andalucía".

Chaves también dejó claro, a preguntas de IU, que mantendrá viva la reclamación de la disposición adicional segunda del Estatuto, la llamada deuda histórica, a través de dos vías: en el CPFF y en la comisión mixta Estado-Junta de Andalucía, por considerar que son caminos compatibles. El presidente andaluz confirmó que los presupuestos de la Junta para 2005 incluirán partidas presupuestarias testimoniales por este concepto como viene ocurriendo desde 1996, aunque no van a pedir este dinero al Gobierno central, como quedó claro en el debate posterior de una iniciativa del PA. El grupo socialista rechazó instar al Ejecutivo de Zapatero para que evalúe de inmediato la deuda histórica y también se opuso a establecer un calendario de pago en dos anualidades, la primera a ejecutar en 2005. El consejero de Economía, José Antonio Griñán, se equivocó y votó a favor.

"A Andalucía le conviene que todos los hechos diferenciales se traten en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para que exista una total transparencia y evitar privilegios", explicó Chaves, quien negó la acusación de la portavoz de IU, Concha Caballero, de que el Gobierno andaluz había "inducido a engaño" al dar a entender que había recurrido al Tribunal Constitucional la deuda histórica cuando no es así.

La propia Caballero admitió que quizás su grupo pecó de "ingenuidad" al dar por hecho que la demanda se había presentado. "¿Cómo pensaba si no presionar para cobrar la deuda histórica?", afirmó la diputada, quien reprochó a los socialistas de "arrebatar" esta bandera a la "izquierda alternativa" para luego "guardarla en un cajón".

"No es un problema de ingenuidad, sino de ignorancia o de mala fe", replicó Chaves.