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1.000 policías reforzarán la vigilancia en las zonas turísticas

Los agentes se centrarán en la protección de las zonas turísticas

Cerca de 1.000 agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil se encargarán de reforzar la vigilancia de la región a partir del próximo jueves, cuando se ponga en marcha la operación verano-turista 2004. Estos efectivos patrullarán las zonas de mayor afluencia de visitantes como las proximidades de los hoteles y museos, los puntos neurálgicos de transportes y localidades como Aranjuez y Alcalá.

El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, se reunió ayer con los mandos policiales de la región, con representantes de las Embajadas de Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Japón y con los empresarios del sector de la hostelería y el ocio. La operación se desarrollará entre el 1 de julio y el 15 de septiembre.

De los 1.000 nuevos agentes, 560 pertenecen a la Jefatura Superior de Policía, y los 440 restantes a la Comandancia de la Guardia Civil. Se trata de alumnos en prácticas o de funcionarios trasladados de otras comunidades autónomas. Además, los agentes que desempeñan su trabajo en la región han visto suspendidas sus vacaciones de verano por una orden ministerial que afecta a ambos cuerpos.

La policía centrará la vigilancia en los distritos más céntricos o los que tengan mayor número de visitantes: Arganzuela, Salamanca, Centro, Moncloa-Aravaca, Retiro, Carabanchel y Barajas, además de puntos neurálgicos como museos, hoteles, zonas monumentales, casco antiguo de la capital y áreas recreativas. Calles como Gran Vía, Preciados y Carmen, o las plazas de Oriente, Cibeles y España dispondrán de patrullas a pie. Además se reforzará la vigilancia en Alcalá de Henares y Aranjuez, las dos ciudades que son Patrimonio de la Humanidad, lo que atrae a un amplio número de visitantes.

"Este dispositivo tiene como objetivo generar la proximidad de la Policía en los núcleos turísticos y que haya más confianza en los agentes", señaló Méndez. Los efectivos policiales se centrarán en la denominada "pequeña delincuencia", como carteristas, tironeros o robos al descuido.

1.200 urbanizaciones

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La Guardia Civil aumentará su presencia en las 1.200 urbanizaciones que hay repartidas por la región, además de los pantanos, zonas forestales y parques regionales. La celebración de los cursos de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo del Escorial ha motivado que el instituto armado mantenga una especial vigilancia de esta zona, dado que los cursos los protagonizan personajes de especial relevancia. Guardias a caballo recorrerán los alrededores de las zonas acuáticas, como embalses o pantanos.

Ambos cuerpos harán hincapié en estos dos meses y medio en la incautación de armas blancas, según destacó el delegado del Gobierno. Para ello harán controles en los lugares de ocio y espectáculos durante los fines de semana. El aeropuerto de Barajas saldrá reforzado en este aumento de vigilancia, ya que, según destacaron los mandos de la Comandancia de la Guardia Civil, el teniente coronel Pedro Perelló Hernández, y de la Jefatura Superior de Policía, el comisario Miguel Ángel Fernández Rancaño, se destinarán más agentes para hacer más fluidos los pasos de aduanas, pero sin descuidar en ningún momento las estrictas medidas de seguridad establecidas para evitar atentados o eventuales altercados.

Agentes uniformados patrullarán por las terminales de forma preventiva. Las estaciones de ferrocarriles y autobuses estarán controladas también durante las 24 horas del día. "Todo esto no hace más que destacar la importancia que le damos al turismo", señaló el delegado.

Méndez destacó la importancia de la coordinación con las diferentes policías municipales.

Cuidado con la carretera

La carretera va a ser uno de los aspectos en los que se volcará la Guardia Civil durante los próximos meses. El control del posible consumo de alcohol y drogas cuando se conduce se convertirá en materia prioritaria de los agentes, cuyo cometido será reducir el elevado número de fallecidos que se cobran las carreteras durante el verano.

Para ello, los guardias civiles harán controles preventivos en las zonas de mayor afluencia de jóvenes y en los pueblos en los que se celebren festejos populares, además de las zonas de ocio y diversión, en especial, durante los fines de semana.

La Operación Paso del Estrecho también tendrá sus repercusiones en la comunidad madrileña, ya que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se encargará de garantizar el paso de ciudadanos extranjeros durante sus desplazamientos vacacionales desde Europa hacia el norte de África y viceversa.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del instituto armado controlará, por su parte, las zonas arbóreas que sean susceptibles de sufrir incendios forestales o de ser contaminadas por los excursionistas.

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