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La Diputación de Barcelona alienta a los municipios a competir fiscalmente

Los ayuntamientos con menos impuestos atraen empleo, según un estudio

Los ayuntamientos con menor presión fiscal atraen más empleo. Un menor nivel impositivo -combinado con más gasto público local- impulsa el crecimiento económico y el nivel de ocupación local, según se desprende de un estudio incluido en el Informe territorial de la provincia de Barcelona 2004, editado por la Cámara de Comercio y la Diputación de Barcelona.

La competencia fiscal entre municipios permite "dinamizar la economía y que el empleo crezca por encima de la media de los mercados de trabajo locales", según explicó el coordinador del informe, el economista de la Universidad de Barcelona Martí Parellada.

A pesar de que buena parte de la literatura económica desaconseja ese tipo de competencia -que en la mayor parte de las ocasiones se convierte en un juego de suma cero y sólo aporta menor recaudación municipal-, el informe elaborado por Albert Solé y Elisabet Viladecans (del Instituto de Economía de Barcelona, adscrito a la Universidad de Barcelona) concluye que los municipios con menor nivel impositivo y mayor gasto público per cápita "elevan la ocupación en una proporción superior a la de la media de la provincia y del mercado de trabajo local", en especial en el sector industrial y en los servicios.

Descentralización

La competencia en estos ámbitos se refleja también en algunos de los cambios registrados en Barcelona y el área metropolitana en los últimos años. La descentralización de las actividades industriales e incluso la dispersión de la población ha sido una constante en el periodo 1992-2002: el sector industrial cayó el 40% en Barcelona en ese periodo, pero creció el 42% en la tercera corona metropolitana. Al margen de la fiscalidad, la evolución del empleo depende también de otras variables, como la crisis de algunos sectores industriales y el impacto de otras políticas públicas, por ejemplo la dotación de suelo industrial, las infraestructuras y las bonificaciones fiscales.

El presidente de la Diputación, Celestino Corbacho, abogó en la presentación del informe por mejorar la ordenación del área metropolitana de Barcelona -formada por 36 municipios- a través de un gobierno supramunicipal que permita "organizar la prestación de servicios y diversos aspectos organizativos para garantizar la coordinación real entre los diferentes núcleos urbanos", aunque sin menoscabar la independencia y las competencias de estos ayuntamientos. Corbacho abogó por "pasar a la acción" y llevar a la práctica "lo antes posible" el plan estratégico de la región metropolitana de Barcelona.

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Menor crecimiento

Además de los efectos de la fiscalidad sobre el empleo, el Informe territorial constata "la gran dispersión que se aprecia en diferentes variables económicas entre los núcleos urbanos de la provincia", según Parellada. Barcelona cerró el año 2002 con un crecimiento económico del 2% -inferior al 2,2% global de Cataluña-, con una gran diferencia entre comarcas y entre el PIB per cápita de los principales municipios de la provincia.

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