Chijona narra en una tragicomedia la "crisis espiritual" que vive Cuba

Las crisis económicas obligan a la población a aguzar el ingenio para sobrevivir y fomentan una doble moral, según el director Gerardo Chijona. Así, al menos, piensa que ocurre en su país, Cuba, depauperado desde comienzos de los años noventa por la desaparición de la URSS y el bloqueo estadounidense. Y a esta situación dedica su tercer filme, Perfecto amor equivocado, que se estrena hoy y que está protagonizado por Luis Alberto García, Sancho Gracia, Yotuel Romero y Susana Pérez. La cinta ganó este mes el Premio del Público a la Mejor Película en el Festival de Cine de Comedia de Peñíscola.

Julio del Toro, un novelista de éxito de La Habana que bordea los 50 años, se ve incapaz de adaptarse ante lo que sucede a su alrededor. Su única hija se ennovia con un español madurito (Sancho Gracia); su amante le plantea un ultimátum, y una bella periodista prepara un reportaje en el que plantea si Del Toro es un autor acabado. "Se da cuenta de que la literatura que hace no interesa a sus amigos europeos. Como sucede en la vida real; parece que un escritor que no hable de lo mal que está Cuba y el régimen, no tiene interés", se quejó Luis Alberto García esta semana en rueda de prensa en Madrid. El actor, que actuó en Cosas que dejé en La Habana, de Manuel Gutiérrez Aragón, encarna a Julio.

"Siempre hacemos la misma película, y a mí me gusta establecer puentes entre todo lo que hago. En otra de mis películas, Adorables mentiras, hablaba de cómo los cubanos aprendían a sobrevivir", comentó Chijona, "mientras que en Perfecto amor equivocado, los personajes ya se han acostumbrado a vivir con la doble moral, que es una forma de vida, de supervivencia, y están perdiendo todos los valores espirituales", prosiguió. Temeroso de estar dando la impresión de que la película es demasiado densa y reflexiva, reculó: "Quiero que el público cubano se entretenga y luego piense sobre sus relaciones de pareja".

Eso sí, el realizador, curtido en documentales, dice no tener afán de usar "el dedo acusador contra ninguno de los personajes". "Los quiero a todos por igual", afirma sin querer hacer valoraciones personales "como hace la comedia americana". "Porque cuando se le ponen camisas de fuerza a las historias para explicarlas, se las asesina", explica el autor de Un paraíso bajo las estrellas.

Chijona reconoce que ha querido reflejar otra cara de la ciudad, la que no sale en las películas: "Cada uno cuenta su Habana, y ésta es la que yo conozco. La del mundo artístico, de la clase media venida a menos, que, en contraposición con los personajes de Suite Habana, sí han perdido la capacidad de soñar". Como el papel de Sancho Gracia, "que no es el típico español que va a ligar a Cuba, sino un manager musical que se establece allí", señaló el actor. El filme llegará a las pantallas cubanas en julio, sin el retraso de dos años que sufrió su Adorables mentiras, filme que fue calificado de "dolorosamente profético".