Adulterio nacional

Dice uno de los personajes de Perfecto amor equivocado en una secuencia que se pretende crítica con el espectador local: "Cuando estrenan una película cubana, la gente sólo se pregunta si es fuerte, y no si es buena". Tiene gracia que el guionista y director Gerardo Chijona haya escrito esa frase para una cinta que, en todo momento, parece más preocupada por la fuerza (es decir, por el sexo y los desnudos al estilo del destape de la transición española de los setenta) que por la calidad.

Perfecto amor equivocado es una comedia de enredo, repleta de infidelidades y de intercambios de fluidos, que se pretende clásica y sin embargo a lo que más se parece es a un (mal) episodio de la serie Paraíso, de La Primera, ésa que cada verano reaparece como una infección mal curada. Chijona, autor de Un paraíso bajo las estrellas (2000), dirige cargando las tintas en el primer plano explicativo (caras de cabreo, de extrañeza, de placer..., aunque la acción ya nos diga que el sujeto está enfadado, extrañado o excitado) y el guión contiene perlas como "los heterosexuales no tenéis ni idea de lo que es un hombre", frase pronunciada, evidentemente, por un gay. Respecto a su supuesta gracia, hay chistes del siguiente nivel: en medio de una fuerte discusión de pareja, ella le dice a él que "en un concurso de comemierdas" ganaría "el segundo premio". "¿Por qué el segundo?", pregunta, preocupado, el hombre. "¡Por comemierda!", zanja ella. Humor renovador, de altura.