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Reportaje:

La cintura de Bergé

Latinoamérica y nuevas marcas neutralizan la pérdida de Toyota y Chrysler

La pérdida de dos importantes marcas como Toyota y Chrysler, que distribuían en exclusiva, ha llevado al Grupo Bergé a un reajuste de su estructura, con una división de automoción que acapara nuevas marcas como Cadillac, Kia, Ssang Yong... y trata de potenciar su presencia tanto en la península Ibérica como en Latinoamérica. A medio plazo preparan también el salto a los países del centro y el este de Europa, de la mano de algún socio local.

Bergé distribuye marcas de lujo, como Rolls-Royce, Cadillac o Ferrari, junto a turismos de Hyundai o todoterrenos de Ssang Yong o Hummer

El próximo mes de octubre, el primer importador-distribuidor independiente de España perderá otra de sus marcas más importantes. Chrysler-Jeep pasa a la órbita de la filial española de DaimlerChrysler unos años después de la fusión entre las marcas alemana y norteamericana. El acuerdo alcanzado supone que el 85% de los concesionarios actuales de Chrysler-Jeep se incorporen en la red de Mercedes Benz, que recibirá de esta manera un importante espaldarazo.

La situación no es nueva para Bergé, que hace unos años tuvo que ceder también la distribución de Toyota a la filial de la firma japonesa en España, aunque mantiene la de su marca de vehículos de lujo, Lexus.

El Grupo Bergé tiene previsto vender este año en España unos 85.000 vehículos, con los que su división de automoción alcanzará una facturación de 1.500 millones de euros.

Las otras tres divisiones de uno de los núcleos familiares más opacos del empresariado español son la naviera, que dio origen al grupo actual y con la que tuvo problemas hace unos años con la adquisición de Naviera Peninsular; la de energía, titular, entre otras cosas, del segundo productor de paneles solares Isofotón, y la de logística, que se agrupa ahora con la naviera y que dispone de importantes activos en Tarragona, Santander y Madrid.

Para Fernando d'Ornellas, máximo responsable de la división de automoción de Bergé, el futuro de la misma se presenta bastante optimista. Las nuevas marcas contratadas en España y las que pueden incorporarse en el futuro, junto a la demanda de los fabricantes en Latinoamérica, que quieren "importadores grandes, con economías de escala importantes que aguanten las crisis", y las posibilidades en la nueva Europa de la ampliación con países en los que se registra un importante rechazo a los importadores alemanes, auguran un futuro más que satisfactorio para el grupo. De momento, lo más importante es "consolidarse como primer grupo importador en la península Ibérica y Latinoamérica. Como distribuidor de referencia para los fabricantes".

Concretamente en Chile es el segundo importador, después de General Motors, y en España, entre las 10 marcas que importa, destaca la coreana Hyundai, de la que ha vendido cerca de 40.000 unidades en 2003 y ha registrado un incremento del 37% en los cinco primeros meses de este ejercicio. Cuenta asimismo con marcas de prestigio como Rolls-Royce, Bentley, Ferrari o Maseratti, junto a vehículos comerciales o todoterrenos como el Hummer.

Entre las posibles incorporaciones que negocian en estos momentos destaca la marca japonesa Isuzu.

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