_
_
_
_
LA POSGUERRA DE IRAK | Los ataques en Bagdad

Dos ataques causan decenas de muertos a pocos días de la transferencia en Irak

35 personas mueren y más de 130 resultan heridas en un centro de reclutamiento de Bagdad

Ángeles Espinosa

Otro día de luto en Irak. Al menos 41 personas resultaron muertas ayer en sendos atentados en Bagdad y en Yezrib, a unos 80 kilómetros al norte de la capital, en un nuevo golpe a las fuerzas de seguridad iraquíes. En el primero de ellos, un suicida se lanzó contra un centenar de hombres que esperaban para alistarse en el Ejército, dejando 35 muertos y 138 heridos. Es el tercer ataque contra la misma caja de reclutas, en el centro de Bagdad. El primer ministro, Ayad Alaui, responsabilizó a "países vecinos" de estar detrás de la acción.

El segundo incidente tuvo por objetivo el retén de guardias civiles que vigilaba el consejo municipal y mató a seis de ellos.

Más información
La ONU aplaza su vuelta
Rumsfeld ordenó ocultar a la Cruz Roja la detención de un iraquí

Aún no eran las nueve de la mañana cuando una fortísima explosión sacudió el centro de Bagdad. Un suicida, que, según testigos, tenía las "manos atadas al volante", estrelló su carga mortal contra el centenar de hombres que respondía a un llamamiento del Ejército para reclutar a antiguos miembros de las fuerzas especiales. "El todoterreno blanco estaba cargado con proyectiles de artillería", explicó a los periodistas el coronel Mike Murria, del Ejército de EE UU. Cuatro obuses permanecían intactos junto al chasis calcinado.

El lugar del atentado, el antiguo aeropuerto de Muzanna, se halla en una de las arterias más transitadas de Bagdad, junto a la estación de autobuses y taxis colectivos de Alaui, y alberga una base norteamericana y un cuartel del Cuerpo de Defensa Civil Iraquí (ICDC). Como en las otras dos ocasiones en que ha sido atacado, ningún estadounidense se encontraba en las proximidades. A raíz del coche bomba del pasado febrero, que arrebató la vida a 47 personas, se reforzó todo el perímetro con sacos terreros, pero el asesino de ayer se empotró contra quienes se agolpaban a sus puertas.

La mayoría de quienes aspiran a un empleo militar proceden de las capas más pobres de la sociedad, sobre todo de la comunidad chií, que, ven en el Ejército una de las pocas vías de tener un salario.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

"Ha sido un ataque muy cobarde", declaró poco después el primer ministro, Ayad Alaui, en el lugar del suceso. Los guardias civiles del cuartel atacado habían recogido los restos calcinados de quienes aspiraban a unírseles en la difícil tarea de pacificar Irak, y las ambulancias habían trasladado a los heridos hasta los hospitales vecinos. Alaui responsabilizó del atentado a "países extranjeros que intentan desestabilizar Irak".

"Se trata de una nueva prueba de que hay partes interesadas en atacar a nuestro pueblo", aseguró Alaui, sin especificar a quién se refería. Su ministro del Interior, Falah al Nakib, fue poco más claro en una conferencia de prensa. "Algunos países de la región quieren desmembrar Irak", dijo, y añadió que no se refería a los que Sadam Husein declaró un día la guerra (Irán y Kuwait), "sino a otros".

"No son especulaciones; tenemos información sobre sus intenciones", concluyó, sin descartar la instauración de la ley marcial "en caso de que continúen este tipo de acciones terroristas". El titular de Defensa, Hazem Chaalán, por su parte, anunció una operación conjunta con los servicios del Ministerio del Interior "para cazar a los terroristas casa por casa". "No van a impedir que nos dirijamos hacia la paz y la estabilidad; vamos a mostrar nuestra firmeza frente a los autores", manifestó el primer ministro.

Fuentes diplomáticas occidentales han expresado a esta enviada su preocupación ante la posibilidad de que el nuevo Gobierno iraquí declare el estado de excepción el próximo 30 de junio, cuando EE UU le entregue formalmente la soberanía. "Tanto el presidente, Gazi al Yauar, como el propio Alaui se han manifestado en ese sentido, con el riesgo que supondría de supresión de los derechos civiles", advierte un interlocutor.

El segundo coche bomba de ayer mató a seis guardias civiles e hirió a otros cuatro en una pequeña localidad cercana a Balad, en el llamado triángulo suní. El ICDC es la principal fuerza de seguridad interna de Irak y con ella los ocupantes intentan combatir la guerrilla que trata de hacer fracasar sus planes. Este mes, 20 coches bomba han causado 180 muertes.

[Por otra parte, el Ministerio marroquí de Exteriores desmintió ayer "categóricamente" la información divulgada el miércoles por una agencia internacional que afirmaba que Marruecos y Túnez están dispuestos a enviar tropas a Irak, informa Efe. Además, fuentes oficiales anunciaron ayer la liberación de un rehén turco y otro egipcio que permanecían secuestrados desde hace dos semanas.]

Dos militares iraquíes trasladan el cuerpo de una de las víctimas del atentado suicida cometido ayer en Bagdad.
Dos militares iraquíes trasladan el cuerpo de una de las víctimas del atentado suicida cometido ayer en Bagdad.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_