Zapatero y el presidente de Murcia debaten en La Moncloa sus discrepancias
El anuncio de la derogación del trasvase del Ebro por decreto del Consejo de Ministros del viernes coincidió con el encuentro celebrado ayer en La Moncloa entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, contrario a que el Ejecutivo central derogue el trasvase. El encuentro, enmarcado en la ronda que Zapatero protagoniza con los 17 presidentes autonómicos, fue más bien un desencuentro en el que se guardaron las formas, según fuentes de La Moncloa. Zapatero y Valcárcel tuvieron la oportunidad de expresar sus desacuerdos cara a cara.
Valcárcel expuso su oposición frontal a la derogación del trasvase y al nuevo Plan Hidrológico. Le advirtió que "luchará hasta el final" y vendrá desde Murcia a Madrid a "manifestarse porque se están jugando el futuro de la región" y le pidió que no derogue el artículo 13 del Plan Hidrológico para que el Gobierno "no cierre la puerta" al trasvase, aunque paralice el plan.
Zapatero le comunicó que no creía en los grandes trasvases pues, al final, "Murcia no ha tenido una gota de agua en estos años", y que el Gobierno buscaba con su fórmula alternativa "soluciones prácticas y rápidas, menos costosas y que no produzcan enfrentamiento entre comunidades autónomas", pues su pretensión es "lograr la cohesión nacional y que no se dañe de forma grave el medio ambiente".
"Remar a favor de todos"
El presidente pidió al jefe del Ejecutivo de Murcia el "beneficio de la duda" sobre sus planes pues se trata de "remar a favor de los murcianos, aragoneses, almerienses y, en definitiva, a favor de todos los españoles". La alternativa del Gobierno apunta, según señalaron fuentes de La Moncloa, a un pequeño trasvase Tajo-Segura, un conjunto de desaladoras y la modificación de los regadíos.
Valcárcel adelantó a Zapatero que no se va a sumar al proceso de reformas de los estatutos al no creerlo necesario para Murcia. Pero asumió las propuestas del presidente del Gobierno de reformar el Senado para convertirlo en Cámara territorial y de convocar la Conferencia de Presidentes.
El Gobierno valenciano manifestó ayer que está dispuesto a construir el trasvase del Ebro si el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero no lo hace. El consejero de Infraestructuras valenciano, el popular José Ramón García Antón, insistió en que el derecho les ampara y puso como ejemplo una reciente sentencia del Tribunal Supremo, que da por válido el trasvase del agua desde el Tajo a la comarca alicantina de La Marina "apelando al principio de solidaridad entre regiones recogido en el artículo 2 de la Constitución".
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