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El Vaticano trocea la diócesis de Barcelona y nombra a Sistach para suceder a Carles

Las nuevas sedes episcopales catalanas serán Terrassa y Sant Feliu de Llobregat

El Vaticano hizo ayer públicas dos decisiones largamente esperadas: el relevo del hasta ahora arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, por el arzobispo metropolitano de Tarragona, Lluís Martínez Sistach, y la división de la archidiócesis barcelonesa en tres demarcaciones: Barcelona, Terrassa y Sant Feliu de Llobregat. La diócesis de la capital catalana ha sido elevada a sede metropolitana, de la que dependerán las otras dos. La del Vallès la encabezará el conquense José Ángel Sáiz Meneses y la que se extiende al sur de Barcelona, el valenciano Agustín Cortés Soriano.

Para sustituir a Martínez Sistach en Tarragona, el Papa Juan Pablo II ha nombrado a un sacerdote del Opus Dei, Jaume Pujol Balcells, profesor de Teología de la Universidad de Navarra. La división de la archidiócesis de Barcelona, la segunda más grande de Europa después de Milán, se empezó a estudiar en la década de 1980 cuando era arzobispo de la capital catalana el cardenal Narcís Jubany. Carles cree que con esta división "el obispado se acercará más al pueblo".

Al frente de la diócesis de Terrassa estará José Ángel Sáiz Meneses, hasta ahora prelado auxiliar de Barcelona y cuyo conocido talante conservador ha levantado numerosas críticas. Sáiz también ha sido nombrado administrador apostólico de la archidiócesis mientras se lleva a cabo el proceso de división. Agustín Cortés Soriano, el titular de la nueva diócesis de Sant Feliu de Llobregat, era hasta ayer obispo de Ibiza y Formentera. El nombre de Soriano es el único que no se había barajado entre los muchos que en los últimos años sonaban para Barcelona. Cantada estaba la sucesión de Ricard Maria Carles por Martínez Sistach, que cuenta con el apoyo de diferentes sectores de la iglesia catalana.

El precedente de Egara

La diócesis de Terrassa, con un millón de habitantes, tiene un precedente histórico en la sede de Egara, de los siglos V y VII. El territorio de la nueva diócesis de Sant Feliu de Llobregat, en el que habitan 670.000 personas, incluirá el monasterio de Montserrat, cuyo abad, Josep Maria Soler, se mostró ayer muy preocupado y sorprendido por la división de la archidiócesis de Barcelona. Soler criticó también el proceso de nombramientos y señaló que

este tipo de decisiones deberían tener en cuenta la opinión "de los que conocen mejor la realidad, tanto a nivel parroquial como diocesano"

Ricard Maria Carles, que ha estado 14 años al frente del arzobispado de Barcelona, pedía su retiro desde 2001, cuando cumplió los 75 años, edad de jubilación para los miembros del episcopado. El Papa le pidió que siguiera en el cargo dos años más, que en la práctica se han transformado en casi tres.

El sucesor de Carles, Lluís Martínez Sistach, barcelonés de 67 años, conoce bien la archidiócesis de Barcelona ya que fue vicario general de la misma en 1979 y obispo auxiliar entre 1987 y 1991. En su despedida de la sede de Tarragona, Sistach se mostró partidario de terminar la creación de una región eclesiástica integrada por Tarragona y Barcelona, con una presidencia rotativa, informa Oriol Aymí.

"La petición ya está hecha y estamos trabajando", dijo Sistach, y señaló que "ha habido otras regiones en Italia que ya lo han conseguido". A Sistach lo sustituirá Jaume Pujol, de quien dijo que es "muy cercano a la gente", aunque este numerario del Opus Dei que dejará su puesto de profesor en la Universidad de Navarra recibió ayer duras críticas.

"Ataque frontal"

Así, la asociación Església Plural consideró que este nombramiento es un "ataque frontal a la iglesia catalana" y lamentó la "falta de sensibilidad pastoral y el menosprecio que manifiesta hacia las iglesias locales, sus pastores y el conjunto de fieles".

El colectivo Cristianismo del Siglo XXI, en la misma línea, criticó el "secretismo" de los nombramientos. Sistach, por su parte, se refirió a la polémica y reconoció que "no son los mejores momentos" para ocupar un puesto que confesó que le costó aceptar pero que lo asume "con plena disponibilidad".

Lluís Martínez Sistach, ayer en Tarragona.
Lluís Martínez Sistach, ayer en Tarragona.JOSEP LLUÍS SELLART

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