Condenado a 30 años un español que asesinó a una menor en Francia

Un tribunal francés condenó ayer al español Francisco Arce Montes a una pena de 30 años de cárcel por la violación y asesinato de la joven británica Caroline Dickinson, delitos cometidos en un albergue en 1996. La Fiscalía francesa había pedido la cadena perpetua para Francisco Arce, de 54 años. Caroline Dickinson era una colegiala británica de 13 años que fue encontrada asfixiada en el albergue de juventud francés donde pasaba una temporada de vacaciones, en el verano de 1996. Durante el juicio, el acusado ha reconocido la violación de la muchacha, pero no el asesinato que se le imputa.

"Estoy plenamente convencido de que quiso matar a Caroline Dickinson", argumentó el fiscal. "Todo el mundo sabe que cuando se impide a alguien respirar por la nariz y por la boca, va a morir (...) y en muy poco tiempo". Para el fiscal, lo sucedido fue "el crimen de un animal de rapiña, de un asesino", aseveración a la que se opuso el abogado del español, que negó la voluntad de su cliente de matar a la muchacha, no sin calificar de "despreciable" el acto de violación de la niña.

Caroline Dickinson se acostó esa noche en una de las habitaciones del albergue. Los acompañantes del grupo de escolares no habían permitido echar las llaves de las puertas de las habitaciones, "por razones de seguridad"; porque nunca se sabe lo que unas adolescentes pueden hacer cuando se encierran por dentro, según explicó al tribunal la persona responsable del grupo. A la mañana siguiente, la muchacha fue descubierta asfixiada en su habitación.

Dos de sus compañeras de entonces, Amy y Laura, facilitaron los datos para trazar el retrato-robot del sospechoso, con el que se habían cruzado por los pasillos del albergue.

Amplia investigación

A partir de esos datos, la policía francesa desató una de las investigaciones más amplias de su historia, que incluyó la detención de otro presunto sospechoso -finalmente liberado por falta de pruebas-, el interrogatorio de alrededor de 9.000 personas y la práctica de más de 3.000 pruebas de ADN. Una investigación sistemática de todas y cada una de las personas que habían tenido comportamientos sospechosos en albergues juveniles dirigió el foco hacia Arce, que ya había sido detenido antes en un albergue francés como sospechoso de intentar introducirse en una habitación. Entonces fue puesto en libertad por falta de pruebas. La investigación ha reconstruido el paso de Arce Montes por Holanda, Alemania, España e Inglaterra.

El periplo se acabó para Arce en marzo de 2001 en Miami (Florida), donde acababa de ser encarcelado por un intento de agresión sexual. Un policía norteamericano lo relacionó con el sospechoso buscado por el asesinato de Caroline Dickinson. Su huella genética reveló grandes similitudes con las trazas halladas en el cuerpo de Dickinson. Francia pidió la extradición de Arce y Estados Unidos accedió a entregarlo. Tres análisis de la huella genética han establecido que era la misma que la encontrada en el cuerpo de la menor asesinada.