Los expertos recuerdan que la democracia es un sistema que hay que construir día a día
El debate sobre conflictos cotidianos propone la mediación penal y la justicia reparadora
En el día de las elecciones europeas, el auditorio del edificio Fórum, en el que se inauguró el diálogo Los conflictos en la vida cotidiana, acogió un debate sobre el actual sistema democrático. Varios expertos mostraron su preocupación por su salud a causa del terrorismo y recordaron que la democracia se aprende a través de un proceso cultural. El profesor chileno Humberto Maturana la definió como "una obra de arte" efímera que hay que reconstruir día a día y recordó que es una delegación transitoria de responsabilidades de la ciudadanía en los candidatos a los que vota.
Maturana, que recordó que tanto Chile como España tienen una historia marcada por la dictadura, habló de la democracia como "propósito y proyecto diario que no se puede imponer, sino que nace de la convivencia y del respeto". Sobre la reconstrucción necesaria de la democracia en cada una de las acciones humanas también hizo hincapié Kenneth Gergen, profesor de Psicología de la Universidad de Swarthmore (EE UU), quien denunció que los intelectuales de la economía neoliberal tienen interés en retratar a los individuos como conflictivos, ególatras, seres aislados de los demás. Gergen advirtió de que la democracia es una cultura que se gesta a partir de la participación de los grupos de base.
"Los procesos democráticos están inacabados y sufren importante retrocesos", afirmó Jordi Grané, director del diálogo, citando a Edgar Morin, que fue invitado al encuentro pero que finalmente no pudo acudir por causas familiares. Durante el día, Grané fue aportando preguntas sobre el terrorismo, la pertinencia del Fórum y los consejos del ex mandatario Mijaíl Gorbachov al alcalde Joan Clos en materia democrática por no aceptar preguntas.
Sarah Cobb, doctora en Comunicación de la Universidad de Massachusetts, aseguró que la democracia tiene su tradición en la negociación de las diferencias y denunció que en Estados Unidos actualmente "el sistema democrático no acaba de funcionar y es pobre", de forma que tiene una impresionante "carcasa que está vacía y hay que rellenar". Cobb afirmó sobre el miedo que domina a la sociedad: "Va más allá del pánico al terrorismo o a los otros, es también desconfianza hacia nosotros mismos". La profesora estadounidense se preguntó por qué la sociedad parece unirse como verdadera comunidad sólo cuando hay víctimas y no puede funcionar de forma tan admirable como lo hizo con motivo de los atentados de Madrid y Nueva York sin necesidad de violencia.
Por la tarde se celebraron diversos debates y talleres sobre las negociaciones posibles para la resolución de los conflictos que se dan en la vida cotidiana. El Fórum contó ayer con la presencia de dos profesores expertos en mediación penal y justicia reparadora: el estadounidense Mark Umbreit y el belga Tony Peters. Los dos dieron cuenta de los buenos resultados que en sus respectivos países están dando los procesos de mediación, mediante los cuales, tras una preparación exhaustiva del encuentro, la víctima conoce y se comunica con el delincuente para intentar conocer sus razones e intentar aminorar el daño sufrido.
Estos procesos -que se producen sólo en pequeños delitos como hurtos, peleas o asaltos a la propiedad- pueden suponer la resolución del conflicto entre los protagonistas y, si se llega a un acuerdo de reparación, el delincuente puede ver reducida su pena por decisión del juez, que normalmente valora la implicación del acusado. "Se trata de intentar resolver un problema con diálogo, ya que al fin y al cabo es también una cuestión social, y no sólo jurídica", reflexionó Umbreit, quien señaló que 29 Estados de su país utilizan la posibilidad de la mediación en diferentes grados.
Umbreit, no obstante, lamentó que en EE UU predomine una corriente fuertemente punitiva -"incluso a nivel de política exterior, como ahora estamos viendo en Irak"-, pero se mostró esperanzado respecto al futuro de los procesos mediadores. "Ahora ya hay fiscales republicanos que se dan cuenta de que condenar a varios años de cárcel a una persona por robar 200 dólares no sirve de nada, porque el acusado se va a pasar todo el día viendo la televisión en prisión, y eso, además de ser muy caro, no tiene sentido". Tal como apostilló un abogado presente en el diálogo, "la historia del derecho penal es la historia de un fracaso", por lo que experiencias así deben implantarse en más países.
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