El PSC arrasa y el PP supera a CiU
El Partit dels Socialistes (PSC) ha revalidado su condición de primera fuerza política en Cataluña. Consiguió ayer el 42,78% de los votos, con un avance de ocho puntos respecto a 1999. Su más directo contrincante hasta ahora, Convergència i Unió (CiU), se hunde y obtiene los peores resultados de su historia. Retrocede 12 puntos y, con el 17,42%, pasa a ser la tercera fuerza, por detrás del PP (17,76%). La baja participación (40,25%) no ha perjudicado a las formaciones del tripartito que gobierna la Generalitat.
Así pues, la tesis de que la escasa afluencia a las urnas perjudica a los partidos de izquierda se hizo ayer añicos. Con una participación cinco puntos inferior a la ya baja media española, todos los partidos de izquierda han subido o se han mantenido y el PSC ha arrasado y se configura como el pal de paller del mapa político, el 25% por encima de su inmediato seguidor. Sólo él suma más votos que los dos siguientes: PP y CiU.
La abstención en Cataluña fue del 59,75%, la más alta jamás registrada en unas elecciones
Los populares pasan a ser segunda fuerza política y se sitúan tres décimas por encima de CiU
Los socialistas se erigen en 'pal de paller' y cosechan más del doble de votos que su inmediato seguidor
Los nacionalistas de Convergència i Unió obtienen sus peores resultados desde la transición
Además de la victoria del PSC, Esquerra Republicana, que encabezaba la candidatura de Europa de los Pueblos, avanza casi cincos puntos -y llega al 11,82%-, mientras que Iniciativa per Catalunya-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA) -7,1%- pierden tres décimas respecto a resultados de 1999, cuando las fuerzas que ahora integran la coalición se presentaron por separado.
Sin embargo, uno de los datos más llamativos de estos comicios -baja participación al margen- es el hundimiento de CiU. La federación nacionalista obtuvo ayer un porcentaje de voto que no conocía desde la transición política. En 1977 y 1979, con motivo de las elecciones generales, los convergentes se situaron en el umbral del 17%, unos resultados que ahora repiten en un momento especialmente complejo como es el de encontrar una nueva identidad como partido de oposición.
Los convergentes han culpado de su hundimiento a la "españolización de la campaña". Así lo afirmaba el secretario general adjunto de la federación, Pere Macias. Sin embargo, anoche en la sede de CiU había quien recordaba que en 1994, cuando Carles Gasòliba encabezó la lista, fueron la fuerza política más votada en Cataluña.
La otra cara de la moneda era la sede del PSC, donde un Raimon Obiols exultante aseguraba: "El PP dice que le ha ido muy bien. Pues fantástico. Que continúe así y todos contentos".
Anoche, en la sede del PP reinaba la felicidad tan sólo por unas décimas. Los reveses de las autonómicas de 2003 y de las generales del pasado mes de marzo han hecho bueno ese pírrico pase del 16,9% al 17,76%. Pero las tres décimas por encima de CiU eran ayer motivo de satisfacción popular.
De modo mucho más ostensible, Esquerra Republicana fue otro de los partidos beneficiados ayer por las urnas. ERC ha duplicado el porcentaje de votos respecto a las anteriores elecciones europeas y ha sido el único partido que ha ganado en número absoluto de votos, a pesar de la baja participación: ha pasado de 164.374 en 1999 a 248.263 ayer. No obstante, ayer se rompió el ciclo electoral de la formación de Josep Lluís Carod Rovira, que desde las últimas consultas era la tercera fuerza política.
Desde Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) su presidente, Joan Saura, planteó los resultados como un refuerzo del Gobierno tripartito. Los ecosocialistas han logrado su objetivo de conseguir un eurodiputado.
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