Una lucha reconocida

Hizo un hueco en su cargada y recién estrenada agenda de ministra de Fomento. Magdalena Álvarez no tenía duda alguna de que la ocasión lo merecía. El pasado jueves, la que fue consejera de Economía en los últimos diez años abrió un paréntesis entre dos reuniones de obligado cumplimiento y viajó a Madrid para estar presente en la firma del acuerdo entre la Junta y el Gobierno central sobre la financiación autonómica. "Estoy muy contenta, no se me cae la sonrisa de la cara", indicó pocos minutos después del acto.

Jordi Sevilla, ministro de Administraciones Públicas, y Gaspar Zarrías, consejero andaluz de Presidencia, no dudaron tampoco en hacer un hueco a Álvarez en el acto de firma del acuerdo. Un reconocimiento al papel de la ex consejera en un conflicto que sintetizó el duro enfrentamiento entre ambas administraciones en las dos anteriores legislaturas.

La ex consejera de Economía, con su contumacia y sus argumentos apuntalados en una catarata de números, fue la principal defensora de la postura de la Junta en este conflicto. "La primera conclusión, la más evidente es que si la razón está de tu lado y se persevera, siempre se tiene un buen final. Hemos estado luchando mucho tiempo, y al final ha habido una coincidencia entre el Gobierno central y la Junta de Andalucía. El resultado de todo esto nos anima a seguir luchando por los intereses de los andaluces". Álvarez es desde hace dos meses ministra, pero sus palabras del jueves recordaron a la consejera de Economía que fue desde 1994 a principios de este año.

"El consejero [de Economía, José Antonio] Griñán ha tenido el detalle de regalarme el bolígrafo con el que se ha firmado el acuerdo", comentaba Álvarez el jueves. Un reconocimiento más a la labor que realizó y que le llevó a protagonizar duros enfrentamientos con el PP, que hizo de Álvarez centro de sus críticas más ácidas. Una labor que los populares no olvidan. De hecho, denunciaron a la Junta Electoral la entrega del bolígrafo a Álvarez, una denuncia que poco después fue desestimada. "Yo nunca pensé que nos iban a devolver el dinero, siempre me pareció que para el PP era una decisión tomada, una estrategia", dice.

Álvarez asegura que ya tuvo esa sensación en la comisión mixta Gobierno-Junta, que a principios de 1997 mostró las diferencias irreconciliables entre ambas administraciones. En estos últimos años, la ex consejera ha gustado de recordar que el entonces ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, "dijo que iba a dejar a Andalucía sin el dinero que le correspondía fumándose un puro". El jueves incidió en que ese fue el momento más amargo de todo el conflicto.

"Querían dejar a Andalucía en sequía económica hasta que claudicásemos, pero desde el principio dimos la batalla". Vinieron los recursos al Consitucional y una sucesión de cálculos que dejó la cifra reclamada por la Junta en 4.600 millones de euros. Pero también hubo negociación. En 2002, tras el acuerdo del PP con las otras dos comunidades socialistas que quedaron fuera del sistema (Castilla-La Mancha y Extremadura), la Junta ofreció saldar el conflicto con los mismos parámetros y Magdalena Álvarez dio una cifra aproximativa, 2.400 millones. Tampoco hubo respuesta positiva del PP.

En la pasada campaña electoral, Álvarez aceptó de inmediato la propuesta del PP de zanjar el conflicto por 2.500 millones de euros, pero el acuerdo no se pudo cerrar porque el Gobierno de José María Aznar empezó a dar largas. Álvarez está convencida que tampoco lo hubiese hecho después si el PP hubiesen ganado las elecciones. "Era una estrategia", repite, "pero la lucha mereció la pena porque todo lo que reclamábamos [incluido la actualización del censo] se incorporó al nuevo modelo de financiación que sí firmamos todas las comunidades autónomas".