Un crianza destacado

En la política de expansión y diversificación del Grupo Freixenet hay algunos hitos, como el desembarco del cavista catalán en pleno corazón de Champagne con Henry Abelé; su apuesta en Priorato con Morlanda; la conquista de Montsant con Fra Gerau; la reconversión de Pazo Baión, en Rías Bajas, con Vionta; por no hablar de la aventura australiana con la compra de Wingara Wine Group, y la última adquisición, en Burdeos, de la potente compañía Yvon Mau. Y, desde hace cuatro años, en Ribera del Duero con Bodegas Valdubón. En todos los casos los vinos del grupo han logrado premios y medallas, como la alta puntuación obtenida por el Valdubón 99 en la revista Wine Enthusiast, al mismo nivel que Vega Sicilia Único del 87. Se trata de un buen tinto, correspondiente a un gran año.

Sin embargo, tiene mayor interés su crianza de 2001, añada de excelente calidad, que posibilitó una perfecta madurez de la uva. Así, el vino ofrece una nariz intensa, bien cargada de fruta negra y roja, con el tostado y las especias del buen roble complementando su fragancia. Y en boca muestra la contundencia dulce de sus taninos en armonía con el alcohol y la acidez, para terminar con un elegante y frutoso posgusto. Un diseño comercial de calidad.