El nuevo Gobierno de Irak pacta el desarme de 100.000 milicianos
Los seguidores del clérigo radical chií Múqtada al Sáder no entran en el acuerdo
Nueve partidos iraquíes aceptaron ayer desmantelar sus milicias privadas, según dijo el primer ministro, Ayad Alaui, pero el clérigo radical chií Múqtada al Sáder, que lidera desde hace dos meses la revuelta contra las fuerzas norteamericanas, no quiso tomar parte en el acuerdo. Alaui anunció en un comunicado la desmovilización de unos 100.000 paramilitares, que regresarán a la vida civil o se alistarán en las fuerzas de seguridad nacionales. Este acuerdo se formó a iniciativa de la Autoridad estadounidense de ocupación y culmina varias semanas de duras negociaciones.
"Con esta solución, reconocemos su sacrificio y su heroísmo, mientras reforzamos a Irak y eliminamos las fuerzas no controladas por el Gobierno", dijo Alaui. El acuerdo es una bendición para la Autoridad norteamericana, que intentaba desarmar a la sociedad iraquí, y alivia el reto de la seguridad. Pero como ninguna de estas nueve milicias estuvo luchando contra el Gobierno iraquí o las tropas extranjeras, esta desmovilización no eliminará la mayor amenaza contra la ocupación norteamericana, especialmente la milicia liderada por el clérigo radical chií Múqtada al Sáder y las facciones suníes en Faluya.
Los grupos que no entraron en este acuerdo serán considerados como ilegales, dijo Alaui. La milicia de Al Sáder, conocida como el Ejército del Mahdi, se enfrenta a las fuerzas de la coalición desde principios de abril. La semana pasada, el joven clérigo aceptó retirar a sus hombres de la ciudades santas de Nayaf y Kufa y dejar el control de la seguridad en manos de la policía iraquí. A cambio, el Ejército estadounidense también se retiró, dejando sólo a algunos soldados para proteger edificios gubernamentales.
Desarme paulatino
Según el acuerdo firmado hoy, la mayor parte de las milicias se desmantelarán paulatinamente hasta el próximo enero, fecha prevista para las elecciones. Los últimos desaparecerán en otoño de 2005. El pacto incluye a los hombres que apoyan a dos partidos kurdos y que lucharon contra las fuerzas de Sadam Husein en el norte del país, según el primer ministro. Las Brigadas de Báder del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak también aceptó su desarme, aunque representantes del partido aseguraban que las negociaciones no habían empezado.
Los otros grupos que acordaron la desmovilización son los leales al Partido Islámico Iraquí, el Acuerdo Nacional Iraquí, Congreso Nacional Iraquí, el Hezbolá Iraquí, el Partido Comunista y el partido chií Al Dawa.
El acuerdo interviene en medio de la continua violencia en el país. En Kufa, una explosión de origen no esclarecido se produjo ayer cerca de la principal mezquita, dirigida por un clérigo radical chií. Al menos un combatiente rebelde murió y otros nueve resultaron heridos, según los testigos y fuentes hospitalarias.
Un portavoz del Ejército norteamericano dijo en una rueda de prensa que ningún soldado estadounidense se encontraba en la zona en el momento de la explosión y que la policía iraquí que respondió al ataque se enfrentó a "combatientes no identificados" en el interior de la mezquita. Durante semanas esta primavera, el edificio fue el escenario de enfrentamientos entre las tropas estadounidenses y fuerzas leales a Al Sáder. Pero la calma había vuelto desde la semana pasada, cuando el clérigo y los norteamericanos acordaron un alto el fuego en esta localidad y en Nayaf.
Riyad Musa, un miliciano que dormía en el recinto de la mezquita, dijo que oyó pasar un misil en el aire y luego un ruido cuando un proyectil cayó sobre un almacén de armas. "Estoy seguro de que son los norteamericanos los que lo hicieron, no tenemos otros enemigos", dijo.
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