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Autónomos y sectores anexos a la construcción abandonan hoy la huelga

Trabajadores autónomos y sectores anexos de la construcción volverán hoy al trabajo, tras un duro mes en paro obligados por la huelga de la Construcción en Guipúzcoa. Mientras, sindicatos y la patronal, Adegi, continúan unas negociaciones que no han dejado ni el fin de semana. Parece que las posturas de ambos se van acercando.

Juan Gorostidi, responsable de Zazpiturri Instalaciones, una cooperativa de 42 trabajadores ubicada en Lasarte-Oria, tiene 63 años y trabaja en fontanería desde los catorce. Creía haberlo visto todo, pero resulta que no. Nunca había sido testigo de una protesta laboral tan "poco civilizada" como la huelga de la Construcción en Guipúzcoa, que empezó el 10 de mayo. Tras pasar penurias, hoy, como el resto de los autónomos y sectores anexos, volverá al trabajo. "Estamos amenazados; en las obras y en la calle. Que no digan los sindicatos que es una huelga voluntaria y pacífica".

"Los primeros días intentamos trabajar, pero nos sacaron bajo amenazas", explica Juan Gorostidi. "Todas las obras están cerradas contra lo que dice la ley", dice. "Los contratistas prefieren pagar las multas que los destrozos que puedan ocasionarles los huelguistas. Al final, hemos tenido que mandar a gente a casa". ¿Cuánto dinero han perdido en este mes? "Prefiero no pensarlo. Sólo hemos podido hacer alguna que otra chapuza en casas particulares".

Zazpiturri es sólo un ejemplo del calvario que vive este colectivo, igual en número al de la Construcción -12.000 personas-, por una huelga que no es la suya, por un convenio que no le afecta. Fontaneros, carpinteros, electricistas, trabajadores de pequeñas empresas de almacenaje, de transporte o de alquiler de maquinaria llevan un mes sin poder trabajar en condiciones ni ingresar apenas nada. Pero tienen que pagar igualmente el sueldo y la seguridad social de sus trabajadores; el material de trabajo y además hacer frente al lucro cesante, como apunta Edurne Miqueo, responsable de Adelmi, firma dedicada a la carpintería que también ha visto resentida su actividad.

El pasado lunes, asustados por los perjuicios que les está causando este paro, pidieron al Gobierno vasco que mediara entre la patronal Adegi y los sindicatos ELA, LAB, CC OO y UGT, cuyas negociaciones estaban rotas desde el 16 de abril. No lo hizo el Ejecutivo -dice no tener capacidad para intervenir-, sino el Consejo de Relaciones Laborales, que llamó a las dos partes a iniciar un proceso de negociaciones que haga posible la firma del convenio y la desconvocatoria de la huelga.

Los otros paganos

El viernes, el colectivo de autónomos y sectores anexos a la construcción, los otros paganos de esta huelga que va a pasar factura a empresarios y trabajadores, decidieron definitivamente volver mañana a las obras. Pidieron que se respete su derecho "a ejercer libremente" su trabajo, mientras mandaban un mensaje de apoyo a sus "compañeros de la Construcción". Adegi apoyó su decisión con un llamamiento a las empresas a que abran los centros de trabajo.

Esto no quita para que muchos trabajadores teman la acción de los piquetes. Lo reconoce José Elorza, gerente de una empresa de carpintería con más de 30 empleados. "Sí, tenemos miedo. Dudo además de que nos abran las obras". Los sindicatos les piden solidaridad y Elorza, como Miqueo, responde que bastante han demostrado ya. Calcula que este mes su compañía -que trabaja toda la madera de las obras- ha perdido unos 36.000 euros. Sus 18 "colocadores" han estado parados la mitad del mes. "Pero eso no es lo peor", dice. "Esto es una cadena, si se rompe, todos nos resentimos. Al no poder sacar el material tenemos el taller a reventar y vamos a tener que parar. Debería haber un convenio único para todos".

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