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Salud alerta del avance del sida entre las mujeres más jóvenes

El 47% de los contagios se producen por contactos heterosexuales

Miquel Noguer

El sida sigue azotando a la sociedad catalana y cada vez alcanza a más personas aparte de los considerados grupos de riesgo tradicionales. Con este mensaje de fondo, el Departamento de Salud hizo público ayer el último informe sobre el sida en Cataluña, en el que se advierte de que actualmente el 47% de los contagios se producen por contactos heterosexuales y el 76% afectan a mujeres cada vez más jóvenes.

Y es que, pese a los avances científicos, la epidemia dista de estar bajo control, por lo que la consejera de Salud, Marina Geli, pide "no bajar la guardia" en la prevención del sida.

Por grupos de población, Geli se mostró especialmente preocupada por el incremento del número de mujeres jóvenes infectadas por el VIH, el virus causante del sida. Uno de los indicadores que ayuda a ver esta progresión son las pruebas que se hacen a los recién nacidos para saber si éstos han estado en contacto con el virus.

Y los resultados son demoledores: si el promedio de niños nacidos con anticuerpos apenas alcanza el 0,008% del global, cuando las madres son menores de 20 años el índice aumenta hasta el 1,44%. En cifras absolutas el número de niños de este subgrupo no es muy alto, pero los expertos consideran que es un buen indicador del creciente impacto del sida en las mujeres jóvenes. Y es que la penetración vaginal hace que las mujeres tengan "el doble de posibilidades de contagio que los hombres", por lo que se teme "que las infecciones por VIH detectadas en este colectivo femenino a partir de los 30 años de edad se produjeran años antes y no fueran detectadas hasta ahora", explicó la consejera.

Por este motivo, Geli concluyó que las mujeres jóvenes son un grupo "especialmente vulnerable" al que hay que recordar todas las medidas de protección que se hallan a su alcance. Hacerlo será "un trabajo de esta legislatura", afirmó Geli, quien aseguró que no se puede luchar contra el sida sin una estrategia coordinada para combatir el resto de las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados.

Los expertos en salud pública están preocupados por algunos indicadores que apuntan a una clara relajación en las costumbres preventivas de muchas personas a la hora de mantener relaciones sexuales. El hecho que cada vez mueran menos personas por sida, gracias a los eficacess tratamientos con retrovirales, ha producido la falsa sensación que la enfermedad ya puede controlarse, lo que ha hecho que algunas personas hayan abandonado la protección del preservativo.

Y esto no puede seguir así, afirmó la consejera de Salud, quien recordó que "no se puede perder el miedo a la infección porque, aunque haya menos mortalidad que antes, esto no significa que los afectados tengan ahora menos problemas que hace unos años".

Para hacer llegar el mensaje de la prevención a las mujeres jóvenes, pero también al conjunto de la población, la consejera anunció que el Gobierno de la Generalitat prepara nuevas campañas, tanto genéricas como específicas, para seguir promocionando el buen uso del preservativo y popularizar las pruebas que permiten saber en apenas unas horas si se es seropositivo. El año pasado se realizaron 160.000 pruebas de este tipo en los centros de salud, cifra todavía "insuficiente", según Geli, para tener un mayor control de la situación.Para hacer llegar los preservativos a los jóvenes de forma más eficaz, la Generalitat pondrá en marcha la propuesta que hizo en su día el entonces consejero de Sanidad, Eduard Rius, consistente en instalar máquinas expendedoras de preservativos en los institutos. Marina Geli afirmó ayer que esta acción se llevará ahora a cabo. "Nunca hemos desertado de esta idea, aunque las instalaremos siempre con el acuerdo previo del consejo escolar del centro", señaló.

La cautela de Geli no es gratuita. Cuando Rius lanzó la propuesta, hace ya más de dos años, la organización e-Cristians, presidida por el ex concejal de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Miró Ardèvol, lanzó un manifiesto titulado Las máquinas no frenan el sida, la educación de valores, sí. Este manifiesto y otros posteriores referidos al mismo tema sumaron apoyos de las entidades Regnum Christi, Civitas Dei, Christifidelis Laici y la Asociación de Católicos Propagandistas. Estas organizaciones defienden que la castidad y la educación en valores católicos, y no el preservativo, son la mejor forma de evitar el sida y los embarazos no deseados. Varias asociaciones católicas de padres se sumaron al movimiento y acabaron por conseguir que el Gobierno de CiU retirara su idea.

Ahora todo parece indicar que la instalación de máquinas expendedoras de preservativos irá adelante, aunque dentro de un programa de educación sexual más exhaustivo. Geli también advirtió de que los centros que no acepten la instalación de máquinas de condones no se dejará de "reforzar e impulsar programas de salud sexual para los alumnos".

Otro colectivo que merecerá especial atención en las futuras campañas serán los inmigrantes. El informe presentado ayer, elaborado por el Centro de Estudios Epidemiológicos sobre el sida en Cataluña (Ceescat), alerta de que uno de cada cuatro nuevos infectados por el VIH es de origen inmigrante. El director de este centro, Jordi Casabona, recordó que "ser inmigrante no es sinónimo de tener sida, pero sí es cierto que los condicionantes sociales de este colectivo, como la falta de recursos y de conocimientos para la prevención, los hace más vulnerables". La consejera de Salud explicó que la mayoría de los inmigrantes con VIH se infectan en Cataluña, pero que hay un subgrupo "muy concreto" de mujeres procedentes de la Europa del Este, que son "toxicómanas y se dedican a la prostitución", que "pueden haberse infectado previamente antes de llegar a Cataluña". El resto de los inmigrantes, según Casabona, proceden de países con una "muy baja" incidencia del sida.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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