Washington podrá conservar hasta 34 datos de los pasajeros europeos

La Comisión Europea firmó ayer un acuerdo con Washington que viene precedido por la polémica y la protesta del Parlamento Europeo y la Asociación Europea de Defensa de Derechos Humanos. Se trata del acuerdo sobre la transferencia y conservación de los datos de los pasajeros aéreos que las compañías que realicen vuelos con destino, tránsito o proveniencia de Estados Unidos deben facilitar a las autoridades aduaneras de aquel país.

Mediante dicho acuerdo, la UE da por buena una práctica que EE UU ya viene aplicando desde hace meses y que consiste en recopilar hasta 34 datos de los pasajeros aéreos europeos. Son datos como el nombre, la dirección, la agencia de viajes utilizada, la dirección electrónica o el número de teléfono, pero también datos que pueden desvelar la raza o las creencias religiosas, como es el caso de pedir una comida especial en el vuelo.

Mediante una larga negociación, Bruselas ha conseguido que en el caso de los pasajeros europeos tales datos se conserven durante un máximo de 11,5 años (EE UU pretendía 50) y que los datos sensibles que pueden revelar la raza o religión se destruyan inmediatamente. Tales prevenciones no han sido suficientes para convencer al Parlamento Europeo, que apeló al Tribunal de Justicia europeo para saber si la medida es legal. Pese a ello, el Consejo decidió el 17 de mayo firmar el acuerdo, lo que ha provocado nuevas protestas desde la Eurocámara por tomar tal decisión sin esperar la opinión de los jueces.

Estados Unidos puede cerrar el paso a los pasajeros que se nieguen a aportar unos datos que son exigidos a todos los viajeros de cualquier lugar del mundo en nombre de la lucha antiterrorista. El acuerdo bilateral con la UE prevé la reciprocidad, pero la Comisión Europea no ha propuesto todavía someter a los estadounidenses al mismo trato.