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Reportaje:

El rastro del 'lehendakari'

Una exposición reconstruye la vida de José Antonio Aguirre a través de objetos personales y documentos

Cien años después de su nacimiento, la vida de José Antonio Aguirre (Getxo, 1904-París, 1960), el primer lehendakari, ha sido reconstruida en una exposición a través de sus objetos personales, como la camiseta del Athletic que vistió o sus gafas, documentos, recuerdos familiares y réplicas de los escenarios más relevantes de su trayectoria. El Museo del Nacionalismo Vasco, de la Fundación Sabino Arana, conmemora con la muestra Pro libertate patria... José Antonio Agirre, abierta ayer en Bilbao en la sala de exposiciones del Archivo Foral de Vizcaya (María Díaz de Haro), el centenario del líder nacionalista.

Sus correligionarios recuerdan de Aguirre su dinamismo, su caracter aglutinante ante las dificultades y su lucha al lado de las democracias mundiales. La necrológica que públicó a su muerte el diario Le Monde hablaba de "un demócrata intransigente, católico fiel, nacionalista apasionado, hombre lúcido y sincero, entregado por entero a su causa".

La propuesta es un retrato cercano y un perfil político, que se inicia con la muestra de sus diarios

La exposición supone, a la vez, un retrato cercano y un perfil político, que arranca con la presentación de sus diarios, nunca mostrados anteriormente al público. Junto a la parte reflexiva que muestran las libretas manuscritas, figura la cara íntima de la niñez del personaje. Las fotos del álbum familiar descubren a Aguirre niño jugando en el Casco Viejo de Bilbao, y posando rodeado de sus hemanos ante su casa de Getxo.

El primer golpe de efecto que anima la exposición, abierta al público hasta el 25 de julio, es el suelo cubierto de verde que invita a imaginar un campo de fútbol. Las vitrinas que lo rodean cuentan la pasión del joven Aguirre por el deporte, mostrando su ficha federativa y el traje del Athletic con el que jugó en los años 20 como delantero. En está época Aguirre se encontraba ya inmerso en la divulgación de la doctrina social cristiana, pero también se tuvo que hacer cargo de la empresa familiar, Chocolates Chobil. Por ello, los folletos de las asociaciones religiosas en las que participó se unen a los envoltorios de las populares tabletas de chocolate.

La exposición también muestra al primer lehendakari recién licenciado en Derecho, su elección como alcalde de Getxo con sólo 27 años y su llegada a las Cortes con la misión de aprobar el Estatuto de autonomía, etapa que se plasma en una réplica de los leones que presiden la entrada al Congreso. Los cinco años de trabajo en la gestación del Estatuto se resumen en una cronología con citas textuales de Aguirre.

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Tras su matrimonio con Mari Zabala, la reconstrucción de la vida de Aguirre entra en los años de la guerra civil y el exilio. A los 32 años juró el cargo de lehendakari. El frac que vistió y el documento original del juramento se pueden ver en la exposición, cerca de una foto del Hotel Carlton de Bilbao, sede de la presidencia del primer Gobierno vasco.

De los años de la guerra quedan los telegramas pidiendo refuerzos y el balance del lehendakari: "Hicimos cosas bien, indudablemente, cosas mal, también. En las obras humanas lo que hay que ver es cuál es la dirección, que es lo que nos proponíamos".

La salida al exilio se simboliza en un coche de la época cruzando la frontera. Tras un período en Cataluña, se abrió la etapa de París, recordada con la reconstrucción del despacho de Aguirre en la Avenida Marceau. Con el estallido de la II Guerra Mundial Aguirre emprende otra huida: el bigote y las gafas postizos que se muestran le permitieron cambiar de fisonomía e identidad.

Al término de la contienda mundial, los esfuerzos políticos del lehendakari se centraron en el movimiento europeísta y dieron lugar a los documentos que se ven expuestos. Aguirre murió en París con 56 años. La exposición cierra la reconstrucción de la vida del lehendakari con una cita de su último mensaje de Navidad en que hace una llamada a la "unión férrea" de los vascos y prevé que "una bandera, un Gobierno y la libertad" coronarían sus esfuerzos.

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