Navarra traslada a sus centros de salud el control de la anticoagulación
Navarra ha implantado un sistema de control para el tratamiento de la anticoagulación oral que utiliza su red de centros de salud.La experiencia, pionera en una comunidad autónoma española, se inició en 2001 y su extensión a toda la red sanitaria ha sido paulatina hasta alcanzar este mes de mayo las 54 zonas básicas en las que se divide la región.
Dos son las ventajas directas de esta descentralización: la mejora en el acceso de los pacientes que están en situación estable, especialmente en las zonas rurales, y la reducción de la sobrecarga asistencial que vienen soportando los servicios de hematología.
El 1% de la población española necesita este tipo de tratamiento, preventivo en muchos casos, destinado a precaver a los pacientes de trombosis, infartos y embolias. Se trata de personas fundamentalmente mayores que hasta ahora debían acudir una vez al mes al hospital para someterse a análisis de seguimiento destinados, sobre todo, a evitar el riesgo de hemorragias. En el servicio de Hematología de Navarra, por ejemplo, se realizaba el seguimiento de 3.247 personas, pero el número de visitas anuales superaba las 32.000.
En 2001 el Servicio Navarro de Salud (SNS) se planteó promover la descentralización del tratamiento anticoagulante oral (TAO) desde los servicios de Hematología a la atención primaria mediante equipos coordinados.
Lo que comenzó siendo un primer equipo de trabajo formado por tres hematólogas, una médica de familia, una enfermera y tres técnicos de la sección de Evaluación y Calidad Asistencial ha acabado transformándose en una completa red que maneja un programa informático de seguimiento de diseño propio, el Anticoagn, y responde al protocolo clínico de consenso sobre el manejo del tratamiento establecido.
El control se realiza mediante coagulómetros para la punción capilar, un método, según explica Isabel Martín, directora de Atención Primaria del SNS, más sencillo y rápido y menos molesto para el paciente que la extracción venosa, y que permite conocer los resultados al momento.
La anticoagulación ralentiza la coagulación de la sangre mediante el uso de medicamentos con el fin de prevenir la formación de trombosis y embolias. Este tratamiento se ofrece a quienes ya han padecido una trombosis o una embolia y corren riesgo de sufrir otra. Asimismo, es ofrecido a las personas que padecen enfermedades con riesgo de tener esta complicación.
Los centros de salud realizan, además, evaluaciones periódicas que permiten detectar áreas de mejora mediante indicadores que evalúan el porcentaje de INR en rango (la prolongación del tiempo de coagulación con relación a lo normal), la tasa de hemorragias y la tasa de trombosis. El inicio del tratamiento seguirá siendo hospitalario.
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