Desaparece en el Índico un barco de la naviera de Matutes con 10 españoles a bordo

El buque de alta velocidad para pasajeros y carga Nixe, que la compañía Baleària acaba de botar en Singapur y que con una tripulación de 12 personas, 10 de ellas españolas, navegaba hacia España, no arribó el pasado lunes al puerto de Galle, al sur de Sri Lanka, en el océano Índico, una zona de piratas. El barco de la naviera, participada por el ex ministro del PP Abel Matutes y adquirido a los astilleros Marin Teknik, de Singapur, se encuentra en paradero desconocido.

Todos los intentos de comunicación han sido infructuosos: las dos radios del barco no responden a las llamadas, ni ha sido posible establecer contacto con él a través del teléfono vía satélite, que el capitán del Nixe, Francisco Jiménez Vara, empleó el lunes para avisar a su base de Dènia de su próxima arribada a Sri Lanka tras cruzar el estrecho de Malaca.

Entre las hipótesis que se barajan para intentar explicar la falta de referencias y descartar un posible hundimiento de la nave, se citan la existencia en el Índico de barcos piratas que podrían haber perpetrado un abordaje o secuestro. Otra versión señala una avería global, con fallo de corriente y anulación de generadores para usar las radios y el teléfono.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha pedido a Sri Lanka y Singapur que inicien la búsqueda del barco por mar y aire. El Centro de Información sobre la Piratería de Kuala Lumpur, la capital de Malaisia, indicó, por su parte, que ha recibido y tramitado la denuncia de la desaparición del Nixe.

El barco navegaba con pabellón provisional de Panamá. Diez de los tripulantes son trabajadores españoles de la naviera que preside Adolfo Tutor y en la que el grupo del ex ministro Abel Matutes posee el 42% del capital. El buque ha costado 18 millones de euros. Dos especialistas extranjeros del astillero Marin Teknik tutelaban la travesía de 7.000 millas y entre 15 y 20 días de navegación con escalas.

Sin señales

El Nixe -con 63 metros de eslora y capacidad para 536 pasajeros y 100 coches- informó en su último contacto que había reducido la velocidad porque había detectado muchos troncos a la deriva. Los troncos son los grandes enemigos de estos barcos.

La preocupación ante la falta de noticias del Nixe, que costó 18 millones de euros, era máxima anoche. No se había registrado ningún aviso de SOS del barco en la zona, tampoco consta en los satélites que hubiera activado una emergencia ni se ha detectado la señal de la radio baliza que ubica en el GPS el lugar de un naufragio. Este mecanismo se dispara de manera automática al entrar en contacto con el mar. "No hay señal de naufragio activada", reafirmó un amigo del capitán.

El Nixe fue botado el pasado 30 de abril e iba entrar en funcionamiento en la línea del Estrecho, Algeciras-Tánger, que Baleària gestiona en alianza con socios de Marruecos, en Nautas al Maghreb. Es el primero de los tres catamaranes que encargó Baleària en los astilleros Marin Teknik de Singapur.

Según la naviera, un equipo del departamento técnico lleva meses en los astilleros donde se construyen los buques supervisando los trabajos, en los que se han empleado materiales y técnicas de última generación con el objetivo de garantizar travesías seguras.

Nixe era el nombre del barco con el que el archiduque Luis Salvador de Austria navegó por Baleares a finales del siglo XIX antes de naufragar frente a las costas de África.

Los familiares de la tripulación están pendientes de las noticias que pueda aportar el Ministerio de Exteriores. La mujer de uno de ellos señaló que se encuentra un "poco preocupada", aunque "tranquila" por la información transmitida por la naviera Balearia, informa Efe. En declaraciones a los periodistas, Vicenta Sendra, esposa de Francisco Marí, ambos vecinos de la localidad alicantina de Dénia, dijo que la última vez que entabló contacto con su marido fue el domingo, y reafirmó que han perdido "todo contacto con ellos, incluso por vía satélite".

Añadió que se han puesto en comunicación con la Embajada española en la zona para agilizar los trámites para tratar de localizar a los tripulantes.