La generación dispersa

"Aparco mi cabeza en el borde de este poema, / que es un mapa de metáforas manchado de café. / Parece que mi Heidi también duerme. // Pero no. / Ella es cruel como las institutrices políglotas. // Heidi, mientras rezo, se masturba al oeste de mi pecho". Estos versos que cierran un poema de Elena Medel (Córdoba, 1985) poco tienen que ver con los escritos por Joaquín Pérez Azaústre (Córdoba, 1976), cuyo poema Estampa del exilio dice: "Tu puente de agua blanca va y se extiende / más allá del país de los naufragios. // El faro verde de estribor te avisa, / vas nadando con fe hasta la baranda. // Te extrañas. Nadie sale a recibirte. // Estás aquí, en un barco / de vidrio silencioso / y descubres de pronto nuestra fiesta / de huérfanos que sueñan con el mar".

Sin embargo, los versos de estos dos jóvenes cordobeses comparten algo. Ambos escritores figuran en Andalucía poesía joven, una antología que fue presentada ayer por la noche en la Feria del Libro de Sevilla. La antología ha sido editada por Plurabelle con la ayuda del Instituto Andaluz de la Juventud y la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, cuya titular, Micaela Navarro, acudió a la presentación.

Junto a Medel y Pérez Azaústre, dan cuerpo al libro los siguientes poetas: José Antonio Gómez Coronado (Sevilla, 1978), Pablo Moreno Prieto (Sevilla, 1977), Rubén Martín (Granada, 1980), José Antonio Padilla (Álora, Málaga, 1975), Adrián González da Costa (Córdoba, 1979), Antonio Portela (Huelva, 1978), Antonio Agredano (Córdoba, 1980), David Eloy Rodríguez Ramajo (Cáceres, 1976), David Mena (San Roque, Cádiz, 1977), Nuria Pérez Gómez (Huelva, 1980), José Daniel García (Córdoba, 1979), Mala Rodríguez (Cádiz), Raúl Quinto (Cartagena, 1978), Junior (Málaga), Luis Melgarejo (La Zubia, Granada, 1977), Fernando Gómez Luna (Córdoba, 1981), Marco Antonio Raya (Montilla, Córdoba, 1978) y Luis Gámez (Córdoba, 1981).

Guillermo Ruiz Villagordo se ha encargado de reunir a estos 20 poetas. Ruiz Villagordo (Sevilla, 1978) está a punto de terminar la carrera de Filología Hispánica y ha trabajado como lector de la editorial Lengua de Trapo durante tres años. La antología fue un encargo del Instituto Andaluz de la Juventud. Ruiz Villagordo reconoce que la limitación a la poesía andaluza y joven es "arbitraria". "¿Por qué se escogió Andalucía? Porque sí. No es más que una delimitación, que como cualquier otra resulta siempre de una pura decisión personal, es decir arbitraria; el engaño estriba en que al aceptarla otros, parece una opción de conjunto, cuando su nacimiento sigue siendo igual de solitario. De hecho, este criterio se entendió tan ampliamente que incluye tanto a autores nacidos en la región como a residentes más o menos fijos en ella", explica el antólogo en la introducción del libro. Ruiz Villagordo opina que la joven poesía andaluza "vive una etapa floreciente". "Los cuatro últimos premios Adonais fueron andaluces; algunos premios Hiperión también lo fueron", detalla.

Ruiz Villagordo llama "generación dispersa" a este grupo de poetas. A diferencia de generaciones anteriores, "éste es el momento en que más individualizada está la poesía joven", recalca el antólogo. Nada que ver, a su juicio, con grupos poéticos anteriores. Los jóvenes reunidos en el libro se caracterizan por "una creación mucho más personal".