Estudiantes de Alcalá la Real asisten a juicios en un proyecto de educación en valores
El programa que llega ahora a Andalucía lo ha creado el Consejo General del Poder Judicial
Cerca de un centenar de alumnos de sexto de Primaria y cuarto de Secundaria pasaron la mañana de ayer ante el magistrado Jorge Jiménez, en el Juzgado número 1 de Alcalá la Real (Jaén). Ninguno de ellos se sentó en el banquillo de los acusados, pero sí siguieron muy de cerca los juicios que se celebraron durante toda la jornada, la mayoría por faltas, y las explicaciones pertinentes del juez.
De este modo, los estudiantes, de 12 y 16 años, vivieron su primer día cara a cara con la justicia. "Había visto muchos juicios, pero siempre en las películas de televisión y en el cine. Ahora conozco los de verdad", afirma Rubén Carillo, uno de los chavales que estudia en las Escuelas de la Sagrada Familia.
Precisamente, acercar la justicia a los más jóvenes y explicarles cómo funciona es uno de los objetivos del programa escolar Educando en justicia, puesto en marcha por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Hasta el momento sólo se había desarrollado como programa piloto en Madrid y, ahora, también participan en él los alumnos de los cinco colegios e institutos de Alcalá la Real, los primeros en Andalucía.
"No sólo los jóvenes, también gran parte de la sociedad tiene una imagen de la justicia distorsionada que se aproxima más a la americana. Por ejemplo, aquí no tenemos mazo y nadie se pone de pie cuando entra el juez", explica Jorge Jiménez, uno de los tres magistrados de Alcalá la Real que, junto al Ayuntamiento, solicitó al CGPJ la actividad.
Antes de sus visitas al juzgado, los estudiantes han trabajado con material audiovisual y el juez les visita en sus colegios. "Nos han explicado la función de cada una de las partes que intervienen en el juicio, entre ellos la del fiscal o la del secretario judicial. También hemos aprendido a distinguir una falta de un delito y todo el proceso que se desarrolla hasta que se hay una sentencia firme", señala Ana Garrido, otra de los estudiantes. Además, los chavales escenifican un juicio en clase que les lleva a encarnar, por un día, a jueces, fiscales, abogados defensores, secretarios y acusados. "En nuestro caso, un chico agredía a otro porque llevaba una gorra del equipo de fútbol contrario", añade Ana.
Otro de los objetivos de la iniciativa es enseñar a los estudiantes a leer, desde un punto de vista crítico, todas las informaciones que aparecen en los medios de comunicación sobre la justicia. "La sociedad critica las sentencias y culpa con frecuencia al juez, pero nunca se hace referencia a la legislación o a la falta de medios", subraya Jiménez.
Hasta el momento ya han pasado por los juzgados más de un centenar de estudiantes. "Por ahora ha sido todo un éxito. Aunque las audiencias son públicas, normalmente nadie viene, y es una pena porque se puede aprender mucho", lamenta el magistrado. Además, esta experiencia tiene efectos positivos entre las partes implicadas en los juicios que, cuando se ven ante una sala repleta de chavales, "se lo piensan dos veces y llegan a acuerdos o retiran la denuncia cuando el juicio es por insultos, calumnias o agresiones leves", añade el juez.
Hasta junio pasarán por el Juzgado número 1 de Alcalá la Real cerca de medio millar de estudiantes. La mayor parte de los juicios que presencian son por desobediencia a la autoridad, insultos, calumnias o agresiones. "Algunas veces se sorprenden cuando ven cómo un adulto ha denunciado a otro por haberle llamado rajamanta o por una pelea. Buscamos que, al mismo tiempo que aprenden el funcionamiento de la justicia, también reflexionen sobre actitudes y comportamientos que pueden ser considerados faltas o delitos", subraya Jiménez.
María Villegas, concejala de Educación, resalta que la experiencia ha calado hondo en todos los sectores de la ciudad. "Continuaremos trabajando con los chavales, pero también organizaremos jornadas con asociaciones de vecinos, amas de casa y cualquier otro colectivo que lo solicite", anuncia Villegas.
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