Educación indagará por qué hay tantos niños enfermos admitidos en un colegio

La lista de admitidos en el colegio concertado Gredos San Diego II (Moratalaz) para el curso próximo en 1º de educación infantil (3 años) arroja un dato llamativo: 41 de los 88 nuevos alumnos (el 45%) padecen una enfermedad crónica digestiva que condiciona su alimentación. Según los pediatras consultados por este periódico, esa cifra es "exagerada". En el colegio insisten en que la dolencia "ha sido justificada documentalmente en todos los casos". Ese tipo de enfermedad da un punto adicional en el baremo de admisión al centro. El Gobierno regional va a investigar el asunto.

"Entre celiacos y diabéticos, que son las afecciones más graves de este tipo, es imposible que se llegue a ese porcentaje [casi la mitad de los alumnos admitidos]", sostiene Sara Vázquez, una pediatra consultada a través del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid. Y añade: "Este apartado de enfermedad crónica digestiva, endocrina o metabólica es una especie de cajón de sastre: los médicos pueden diagnosticar, sin pillarse los dedos, una intolerancia o una alergia a algún alimento simplemente porque la madre asegure que una vez al niño le sentó mal ese producto".

En el colegio concertado Gredos San Diego II -de titularidad privada pero sostenido con fondos de la Comunidad de Madrid- no ven tan llamativa esa cifra. "Hay muchos celiacos y diabéticos", señalan. "Y también alérgicos al huevo". El centro, a cambio de recibir la subvención del Gobierno regional, debe seguir los criterios marcados por éste en la admisión de alumnos.

El baremo número 3 de admisión corresponde a la cercanía del domicilio o lugar de trabajo de los padres al centro educativo. La puntuación máxima para este apartado es de cuatro puntos. Pero existe una cláusula adicional que estipula que si se acredita, bajo certificación médica, que el alumno padece una "enfermedad crónica que afecte al sistema digestivo, endocrino o metabólico y exija como tratamiento esencial el seguimiento de una dieta compleja y un estricto control alimenticio cuyo cumplimiento condicione de forma determinante el estado de salud del alumno", se obtiene un punto más.

Cuando uno de los padres de los niños que no han sido admitidos -un total de 31-, cuya casa está justo enfrente del colegio, vio que había alumnos que tenían más puntuación que su hijo en el apartado de proximidad, comenzó a informarse y llegó hasta la cláusula adicional de la enfermedad crónica.

En el centro le dijeron que si ese tipo de dolencias estaba justificado documentalmente por los padres, mediante la certificación médica, la dirección del colegio no tenía por qué comprobar nada ni hacer averiguaciones. Lo mismo le dijeron personas de la secretaría del centro el pasado viernes.

El director del Gredos San Diego II, Rubén Cruz, afirma que no conocía el porcentaje de niños admitidos con esa enfermedad crónica, y argumenta que no puede hacer investigaciones de todas las solicitudes, una por una. "Nos llegan declaraciones de la renta que también son sospechosas, cambios de domicilio... [criterios que también cuentan para el baremo]. Todo para poder acceder a este colegio. La pregunta sería por qué en este centro tenemos 350 solicitudes que no podemos atender y en colegios cercanos tienen que cerrar aulas por falta de demanda", dice Cruz. "La gente se busca la vida para poder llevar a su hijo a un buen colegio", opina.

El próximo curso será el primero en el que las clases de educación infantil (niños de entre tres y seis años) de este centro accedan a las subvenciones públicas, como ya lo hacen las de educación primaria y secundaria obligatoria (hasta los 18 años) en esta cooperativa formada por 300 trabajadores entre los que hay, asegura el director, "dos médicos y una ATS permanentes". "Somos la primera cooperativa de España, contando con otros dos centros", explica Cruz.

Listas provisionales

El director del colegio quiso subrayar que las listas de admisión de alumnos son aún provisionales, y que sigue abierto el plazo de reclamaciones para las familias de niños que no han sido admitidos. Las listas definitivas saldrán en junio.

En cualquier caso, el consejero de Educación, Luis Peral, anunció a este periódico que los inspectores de su consejería se desplazarán mañána al colegio para revisar, una por una, las solicitudes de los alumnos que han alegado padecer una enfermedad crónica digestiva.

Para el presente curso escolar (2003-2004), la Comunidad de Madrid ofertó un total de 74.267 plazas en educación infantil, de las que 16.095 fueron en centros concertados. En total, de todos los ciclos educativos preuniversitarios (infantil, primaria y secundaria), el 31% de las plazas de la región corresponde a colegios concertados, que deben aplicar una misma normativa sobre admisión de alumnos, jornada escolar, etcétera.