Zapatero defenderá con firmeza el 66% en la Constitución europea

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que exigir el apoyo de una mayoría de Estados representativos de al menos el 66% de la población comunitaria para que el Consejo Europeo decida por mayoría cualificada es una posición firme española en la negociación de la futura Constitución europea, y admite pocos retoques. Así lo afirmó ayer un portavoz gubernamental.

El portavoz citado jugó incluso con la expresión "línea roja", para hacer constar que la posición es irrenunciable, aunque luego consideró que, teniendo en cuenta que la propuesta que maneja la presidencia irlandesa de la UE exige que en cada decisión intervenga al menos un 55% de los Estados y un 65% de la población, nadie debe extrañarse si el Gobierno español considera que ese arreglo sería muy conveniente.

La posición de La Moncloa se orienta, pues, sobre la línea más flexible de "los dos tercios de la población" expuesta el pasado lunes por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pero sobre todo confirma todo lo revelado ese día por el ministro, en contraste con la costumbre comunitaria de llevar los detalles de estas negociaciones con gran secreto.

Las posiciones de los socios siguen estando en este momento muy alejadas, prosiguió la fuente gubernamental citada, ya que franceses, y sobre todos los alemanes, no admiten que el criterio del 60% de la población propuesto por la Convención sea elevado más allá de un 62%. Pero el ambiente es de concordia y prevalece el optimismo de que la propuesta irlandesa sea aprobada en Bruselas, en los términos indicados, el próximo 28 de junio.

"España ya ha hecho su parte, al aceptar el sistema de doble mayoría. Ahora, Francia y Alemania deben dar el siguiente paso", comentó el portavoz del Gobierno mencionado. También Moratinos reconoció el martes en Madrid que las posiciones siguen distantes, pero consideró que eso es normal cuando se está al comienzo de una negociación, y vaticinó que se llegará a un acuerdo.

El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, realiza en este momento una gira de sondeo por las capitales de la UE que mañana, viernes, le llevará a Madrid, donde conversará con Zapatero. Éste ha efectuado también sus contactos con eco positivo, según sus portavoces.

Hoy Zapatero se entrevistará en Roma con el primer ministro, Silvio Berlusconi. El pasado mes de marzo, el italiano acabó mal con su aliado y amigo José María Aznar, porque, siendo presidente de turno de la UE, en lugar de buscar un compromiso se unió a los países grandes y apoyó la oferta de la Convención, 50%-60% que establecería la minoría de bloqueo de decisiones en un 40% de la población, bien distante del 34% o 35% que entonces y ahora perseguían los españoles.

El tema comunitario será importante en las conversaciones de hoy, ya que marca un punto de concordia frente al disenso que genera el problema de Irak. El objetivo del viaje de Zapatero es, ante todo, demostrar que los Gobiernos de España e Italia seguirán en estrecha relación por la fuerza de sus intereses y por encima de las amistades personales o de las salidas de tono que el repliegue español suscitó en más de un dirigente italiano.