Convenios sin vida familiar
El 'Informe Randstad' aconseja adaptar la ley a los nuevos modelos familiares
Del análisis de 87 convenios colectivos publicados en el BOE entre septiembre de 2003 y febrero de 2004, el tercer Informe Randstad, elaborado por el Instituto de Estudios Laborales de Esade, extrae la conclusión de que la voluntad de conciliar la vida laboral y familiar prácticamente ni existe. El estudio demanda a legisladores y agentes sociales que tengan en cuenta los nuevos modelos de familia a la hora de organizar el trabajo.
"Hace falta un sistema de permisos parentales remunerados en el régimen de la Seguridad Social", aseguran los autores del estudio
Ninguno de los 87 convenios colectivos analizados recomienda como criterio la conciliación de la vida laboral y familiar
La organización del trabajo en España no tiene en cuenta la conciliación de vida laboral y personal. Las jornadas no se regulan atendiendo a las necesidades de los trabajadores con responsabilidades familiares. Los convenios penalizan salarialmente la mayor dedicación a la familia. Apenas recogen permisos no previstos en la ley, pero importantes para la conciliación. Las preferencias en la asignación de vacaciones no se basan en criterios de apoyo a los núcleos familiares con hijos en edad escolar... Suma y sigue.
Son algunas de las categóricas conclusiones del tercer Informe Randstad, cuyos autores recomiendan que una futura ley abandere el respeto por las nuevas formas familiares diferentes al matrimonio tradicional, proteja más a los hijos de parejas trabajadoras, equipare a ambos sexos en las tareas de cuidado a los niños y traslade a la Seguridad Social la carga financiera del nuevo modelo de permisos remunerados para padres y madres trabajadoras.
El estudio se basa en el análisis de los 87 convenios colectivos publicados por el Boletín Oficial del Estado (BOE) entre septiembre del pasado año y febrero del actual. "Se limitan a remitir a lo que dice la Ley de Conciliación de 1999, que se ha quedado claramente obsoleta, y se nota que quienes negocian siguen siendo hombres", recrimina Carlos Obeso, director del Instituto de Estudios Laborales de Esade y uno de los autores del informe. Como ejemplo, éstos citan el convenio de Empresas de Trabajo Temporal, que con una solo línea en la que remite a la legislación vigente, despacha un asunto cada día más relevante.
Por decirlo con números. Sólo un 1,15% de los convenios incluye algún aspecto lejanamente relacionado con la familia a la hora de organizar las tareas (en concreto, la proximidad del domicilio al trabajo). Ni uno solo prescribe como criterio la conciliación de vida familiar y laboral. Ligado a lo anterior, mientras el 10,4% de los textos establece jornadas intensivas en verano, tan sólo el 3,7% prevé que, en el momento de elegir turno, tengan preferencia los trabajadores con cargas familiares. Además, entre los convenios que tienen en cuenta la flexibilidad horaria, únicamente el 2,7% la contempla con el objetivo declarado de facilitar la vida familiar.
En materia de permisos, la gran mayoría de convenios se atiene estrictamente a lo que prevé la legislación, sin avanzar sobre lo regulado, pese a que en muchos casos haya quedado desfasada. Así, únicamente el 8,4% regula el permiso de acompañamiento a hijos menores a la consulta médica, mientras que un escasísimo 1,15% fija un permiso para realizar cursillos de orientación pedagógica para hijos minusválidos o para atender a hijos enfermos menores de seis años. Ese mismo ceñimiento estricto a la ley se da también en materia de reducción de jornada por razones familiares, donde sólo el 4,6% de los convenios laborales amplía de seis a ocho o nueve años la edad del menor sujeta a la concesión de permisos. Son casos puramente "testimoniales", a juicio de los redactores del informe.
La "masculinización" de las negociaciones colectivas entre empresa y trabajadores sigue pesando demasiado en la redacción final de los convenios. Lo asegura Carlos Obeso y lo corrobora Anna Escobedo, profesora de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona y otra de las artífices del Informe Randstad. En opinión de esta última, "hace falta un sistema de permisos parentales remunerados que se integren en el régimen de la Seguridad Social y que sean individualizados, para que puedan acceder a ellos tanto las madres como los padres". Para Obeso, tenemos una Ley de Conciliación de hace cinco años caracterizada por su "sexismo", al establecer una "vinculación de los cuidados de los hijos al sexo femenino, excluyendo al padre, al que se le atribuye un papel secundario y patrimonial, no emocional, es decir, se le considera meramente como el que está para pagar".
El olvido de las parejas de hecho
La diversidad de modelos familiares vigente en la actualidad no parece haber entrado aún en los convenios colectivos españoles. Uno de los aspectos más llamativos del Informe Randstad es el que hace referencia al olvido de las parejas de hecho, un fenómeno social creciente que no parece existir para los agentes sociales.
Así, de los 87 convenios colectivos analizados, apenas un 4,6% recoge la posibilidad de obtener permisos retribuidos a las parejas de hecho en el momento de su constitución. Esto contrasta con el hecho de que todos los casos de matrimonio sí goza de este tipo de beneficio.
Pero es que además un 10,4% de estos acuerdos excluye expresamente estos permisos a quienes no se casen por los cauces legales, por la iglesia o el juzgado.
Otro dato significativo del olvido que sufren los que no se han casado es que el 85,06% de los convenios no dicen ni palabra sobre otro tipo de ventajas para este tipo de uniones.
Por otro lado, únicamente el 1,15% de los textos prevé algún tipo de ayuda para el caso de que el conviviente de hecho del trabajador o trabajadora sufra alguna minusvalía, frente a un 12,64% que sí establece ayudas para cónyuges con discapacidad dentro del matrimonio. Para Anna Escobedo, la nueva legislación que ponga en marcha el Gobierno recién constituido "debe comprender y respetar esta diversidad familiar".
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