Miradas al Este
Una de las principales diferencias entre los diez nuevos miembros de la Unión Europea y sus socios comunitarios es la configuración y composición de sus sistemas financieros. En términos absolutos, la suma de los activos de todos los bancos de los países recientemente incorporados es casi igual a la suma de los activos del BBVA y SCH, y, en términos relativos, el ratio entre créditos bancarios y PIB es ligeramente superior al 30%, frente a una media europea que supera el 100%. Esta escasa penetración bancaria, unida a las favorables perspectivas de crecimiento, permiten pensar que en los próximos años podríamos asistir a movimientos estratégicos significativos.
Si durante gran parte de la década de los noventa la privatización de los principales bancos de estos países provocó una entrada significativa de capital extranjero, su incorporación a la Unión Europea supone la entrada en vigor del llamado pasaporte único.
La suma de los activos de todos los bancos de los países ahora incorporados a la UE es casi igual a la suma de los activos del BBVA y SCH
Dicho cambio regulatorio asentaría las bases para que comenzara a producirse una creciente apertura de oficinas por parte de bancos medianos y pequeños de los Estados colindantes, en busca de nuevas oportunidades, basadas tanto en los mayores márgenes de rentabilidad que presentan estas economías como en las favorables expectativas para el crecimiento del negocio.
En el primer caso, los márgenes de rentabilidad siguen siendo superiores al 4%, frente a un escaso 2% en España, en gran medida justificado por la existencia de una prima por riesgo de crédito más elevada, pero también por la reducida competencia. Actualmente, los cinco mayores bancos mantienen una cuota de mercado superior al 60%, frente al 20% en Alemania, reflejando una elevada concentración.
En el segundo caso, si bien es cierto que los márgenes de rentabilidad tenderán a converger, el crecimiento de la inversión crediticia previsiblemente seguirá manteniendo tasas de crecimiento de dos dígitos. Los reducidos niveles de intermediación bancaria y la paulatina convergencia real con sus socios comunitarios incrementarán significativamente las necesidades de financiación, tanto con fines hipotecarios como productivos, en un mercado en el que existen pocos instrumentos alternativos de financiación, como pone de manifiesto la prácticamente nula profundidad del mercado de bonos corporativos.
Sarai Criado y Alfonso García Mora son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
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