EE UU endurece el embargo contra Cuba y restringe los viajes

Mayores restricciones en los viajes a Cuba y más ayudas a los disidentes son algunas de las medidas que adoptará el Gobierno de EE UU para tratar de acelerar el fin del régimen de Fidel Castro. El Gobierno de EE UU presentó ayer el informe de la Comisión de Ayuda para una Cuba Libre, un documento de 500 páginas elaborado entre los distintos departamentos del Gobierno y que representa, según el presidente George W. Bush, una iniciativa para "acelerar el día en que Cuba sea libre".

Sin embargo, Washington, asediado por el escándalo en torno al maltrato de presos en Irak, ha tenido buen cuidado en subrayar que no se trata de un intento de EE UU por cambiar el régimen cubano. Se trata, según el secretario de Estado adjunto para Latinoamérica, Roger Noriega, de "un compromiso de asistencia a los cubanos para ayudarles a liberarse ellos mismos".

Entre las medidas que prevé el documento se encuentra la restricción de los viajes de familiares a Cuba: sólo se podrán efectuar uno cada tres años, en lugar de uno anual permitido hasta ahora. Igualmente, sólo podrán viajar los familiares de hasta segundo grado: padres, madres, hijos, hermanos, abuelos o nietos. Quienes se desplacen sólo podrán llevar consigo una cantidad máxima de 50 dólares por día de estancia, frente a los 164 que se autorizaban hasta ahora.

Aunque, pese a lo que se había rumoreado, no se restringen las cantidades que los cubano-estadounidenses pueden enviar a la isla, de 1.200 dólares al año, sí se ponen condiciones a quiénes lo pueden recibir: familiares directos y que no pertenezcan al Partido Comunista. Para aplicar estas medidas, se incrementará de 7 millones a 36 millones de dólares, el presupuesto de los organismos gubernamentales para Cuba.