La Guardia Civil creará una 'brigada' con mil agentes para operaciones internacionales
El Gobierno encarga al general Gómez Arruche potenciar la proyección exterior del cuerpo
El Gobierno ha encargado al nuevo director de la Guardia Civil, el general del Ejército del Aire Carlos Gómez Arruche, la creación de una brigada especial, de un millar de agentes, especializada en misiones internacionales. El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, apuesta por dar a la Guardia Civil un protagonismo creciente en las operaciones de paz, bajo el paraguas de la ONU o la OTAN, que cada vez tienen un carácter más policial que militar. Ésa ha sido, según fuentes gubernamentales, una de las razones por las que se ha nombrado a un militar.
Si los socialistas descubrieron a la Guardia Civil en la década de los ochenta, cuando llegaron por primera vez al Gobierno, dicho descubrimiento ha trascendido las fronteras españolas en los últimos años. Organizaciones internacionales y gobiernos como el de Estados Unidos han multiplicado sus peticiones para que España envíe efectivos del instituto armado a misiones en el extranjero.
Según su visión, el doble carácter, policial y militar, de la Guardia Civil la hace especialmente idónea para intervenir en escenarios de posguerra, donde el final del conflicto bélico ha dejado una situación de inestabilidad y caos, que las Fuerzas Armadas no están preparadas para afrontar.
Actualmente, la Guardia Civil cuenta con unos 200 agentes fuera de España, de los que la mitad se dedican a la protección de las embajadas y el resto están encuadrados en operaciones de la Unión Europea, la OTAN y la ONU, especialmente en los Balcanes.
El pasado verano, el Gobierno decidió retirar de Kosovo una compañía con 125 agentes, con la idea de enviarla a Irak, aunque al final acabó descartando esta posibilidad.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apuesta por dar mayor proyección exterior a la Guardia Civil y ésa ha sido una de las razones del nombramiento del general del Ejército del Aire Carlos Gómez Arruche como responsable del instituto armado, según fuentes gubernamentales.
El nuevo director general de la Guardia Civil, que hoy tomará posesión de su cargo, ha recibido el encargo de poner en marcha una unidad especial, una especie de brigada compuesta por un millar de agentes, especialmente preparados y equipados para intervenir en misiones internacionales.
Compromiso con la UE
Esta unidad sería la plasmación del compromiso que el Gobierno español asumió con sus socios de la UE en noviembre de 2001: desplegar 300 policías en un mes y hasta 500 en 60 días para afrontar crisis no militares.
España es, al menos sobre el papel, uno de los principales contribuyentes de la denominada fuerza policial de reacción de la UE, con 5.000 efectivos, aprobada en la cumbre de Santa Maria de Feira (Portugal) de octubre de 2000.
Sin embargo, fuentes de la Guardia Civil consideran poco viable a medio plazo la creación de una unidad dedicada exclusivamente a misiones en el extranjero. "Es un lujo que no nos podemos permitir", advierten.
El instituto armado cuenta con unos 70.000 agentes, por lo que tiene un déficit de 2.500 respecto a la plantilla prevista. Si el PSOE cumple su compromiso de incorporar a 3.000 nuevos guardias anuales, harán falta al menos tres años para cubrir las plazas vacantes.
Además, la Guardia Civil dispone de dos unidades de reserva, los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) y los Grupos de Acción Rural (GAR), con 1.700 y 600 efectivos respectivamente.
Pero los GRS, de los que existen siete grupos distribuidos por toda España, tienen como principal función atender problemas de orden público, como manifestaciones no autorizadas o disturbios, y reforzar las medidas de vigilancia ante acontecimientos extraordinarios, como la próxima boda del Príncipe de Asturias. De su lado, los GAR, desplegados en las tres provincias vascas, Navarra y La Rioja, participan además en la lucha antiterrorista.
Las mismas fuentes agregan que es muy difícil especializar a una unidad en misiones internacionales, ya que éstas incluyen cometidos muy variados.
Con excepción de la compañía enviada a Kosovo, que se encargó de garantizar el orden público en la provincia serbia y se nutrió con los grupos de reserva de la Guardia Civil, en las demás operaciones han participado especialistas de todos los campos (policía judicial, aduanas, control del tráfico, intervención de armas, etcétera) en función de cuáles fueran las necesidades planteadas por el Ministerio Defensa en cada paso.
El programa electoral con el que el PSOE ganó las pasadas elecciones prevé la supresión de los arrestos disciplinarios y la no aplicación del Código Penal Militar a los agentes cuando desarrollen funciones policiales.
Sin embargo, según las fuentes consultadas, estas reformas no se aplicarían, salvo excepciones, a quienes participen en misiones internacionales en colaboración con las Fuerzas Armadas, pues se considera que éstas tienen carácter militar.
Misiones militares
La ley de Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado prevé que la Guardia Civil dependa del Ministerio del Interior, cuando desarrolle funciones policiales, y del Ministerio de Defensa, cuando cumpla tareas de carácter militar.
Hasta ahora no se ha desarrollado, sin embargo, la normativa que delimite unas funciones de otras. Bajo el Gobierno del PP, el Ministerio del Interior elaboró un proyecto de decreto sobre misiones militares de la Guardia Civil, que atribuía a Defensa el mando de los agentes destacados en operaciones internacionales, aunque nunca se llegó a aprobar.
Si el PSOE quiere potenciar la presencia de la Guardia Civil en el exterior tendrá que cubrir este vacío legal, según las fuentes consultadas, pero difícilmente podrá hacerlo si no regula antes el derecho de asociación profesional, que también figura en su programa electoral.
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), que agrupa a más de 20.000 agentes, ya ha pedido una entrevista al nuevo director para reclamárselo.
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