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Dos aviones para el instituto armado

Miguel González

El nombramiento del general del Ejército del Aire Carlos Gómez Arruche al frente de la Guardia Civil debería facilitar la culminación de un proyecto iniciado por su antecesor, Santiago López Valdivielso: la compra de dos aviones CN-235 para reforzar las misiones de patrulla marítima.

Aunque la Guardia Civil tiene 36 helicópteros, estos aparatos no pueden operar en condiciones meteorológicas adversas y tienen escasa autonomía de vuelo, lo que les resta eficacia en la lucha contra el tráfico de drogas o la inmigración clandestina en el estrecho de Gibraltar.

El instituto armado cuenta en sus presupuestos de este año con una partida de un millón de euros para iniciar la compra de dos aviones fabricados por la empresa española EADS-CASA, similares a los adquiridos por la Guardia Costera de Estados Unidos.

Pero la idea de que la Guardia Civil se dote de sus primeras aeronaves de ala fija ha despertado recelos en el Ejército del Aire. Tras un primer intento de que fueran tripulaciones militares las que pilotasen dichos aviones, se llegó al acuerdo de que actuasen como instructores de los futuros guardias pilotos. Si el proyecto no se malogra, a la Guardia Civil caminera y a la Guardia Civil del Mar, seguirá la Guardia Civil del Aire.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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