Profesoras de la UPV y Deusto potencian la investigación sobre la igualdad de sexos
Varios posgrados, jornadas, publicaciones y una cátedra integran una apuesta creciente
Una de las acusaciones más recurrentes contra la Universidad como institución es que desarrolla su actividad sin una conexión efectiva con la sociedad. Esta incomunicación motiva que las nuevas necesidades sociales no merezcan demasiada atención de catedráticos e investigadores. Un ejemplo de esta situación se halla en todo lo relacionado con la igualdad entre hombres y mujeres y la violencia conyugal. Sin embargo, en este caso se está dando una transformación que está generando mayor atención de la enseñanza superior a las demandas sociales. En varios países europeos, el trabajo en las universidades por la igualdad empieza a ser un elemento que se evalúa en todos los centros superiores como representativo de la calidad de la formación.
En el caso de la UPV y la Universidad de Deusto, la iniciativa en ambas de un grupo de profesoras concienciadas ha permitido que la formación y la investigación para la erradicación de la discriminación y del maltrato de las mujeres adquiera una relevancia creciente.
Respecto a la universidad pública, el interés se ha distribuido en dos áreas: la preparación de profesionales especializadas en la promoción de la igualdad y la coordinación y potenciación de actividades de investigación y divulgación relacionadas con el papel y la situación de la mujer en la sociedad. La primera está representada por el master en Igualdad que se imparte en el campus de Guipúzcoa. Con esta iniciativa académica, en la que participan 54 profesionales de diferentes ámbitos y que ha cumplido su segunda edición, se pretende formar a los "agentes de igualdad", figura muy común en países como Alemania, donde las empresas deben contratar a uno por cada 80 empleados, y que en Euskadi está dando sus primeros pasos, circunscritos por ahora a organismos oficiales.
Voluntarismo
La investigación dispondrá en breve de un referente con la creación de una cátedra de Género dentro de la UPV, con la que se pretende aprovechar al máximo y de forma organizada los trabajos relacionados con este asunto en los distintos campos de conocimiento. "Creo que nuestra universidad necesita un lugar que identifique, que sirva como referencia clara de la investigación feminista o de género. Hay materia prima, investigaciones y publicaciones que tienen que ver con esta inquietud. Es un proyecto académico con vocación de transformación social", argumenta la profesora Arantza Campos, codirectora del master y una de las promotoras de la cátedra con Arantza Elizondo, María Ángeles Barrere y Maite Erro.
Pese a estas novedades, la investigación y el trabajo en este área no es algo que se haya generado de forma repentina. "Desde los años ochenta existe en la UPV un grupo de docentes, profesoras en su gran mayoría, que realiza investigaciones de género, yo prefiero denominarlas feministas, desde diversas ramas del saber: Biología, Antropología, Derecho, Sociología,...", dice Campos.
Los pasos dados se basan en un trabajo que, aunque ha merecido el beneplácito del Rectorado, ha dependido de la apuesta personal de las docentes. "Todo lo que hay de género se ha conseguido a golpe de voluntarismo de mujeres feministas", recalca la codirectora del master.
En Deusto no está previsto crear una cátedra similar a la de la UPV, pero sí se están promoviendo iniciativas que pretenden dar un mayor protagonismo a esta línea de investigación. Una de las últimas ha consistido en la publicación de un trabajo sobre los problemas sociales que afectan a las mujeres. En él se recogen las aportaciones desde diferentes enfoques académicos sobre la discriminación, la precariedad de las inmigrantes o la violencia y el maltrato, entre otros asuntos.
Una de las participantes en esta obra es Mónica Ibáñez, coordinadora del master en Intervención en Violencia Contra las Mujeres, un postgrado puesto en marcha este curso. "Carecemos de personas formadas que puedan actuar ante un problema al que cada vez se le presta más atención desde todos los ámbitos, incluida la universidad, donde se está convirtiendo en línea prioritaria tanto en la investigación como en la docencia", subraya.
Al igual que en la UPV, lo que se busca es aunar todo ese conocimiento de una manera organizada e interdisciplinar que permita un mayor aprovechamiento del trabajo científico. En esta labor se enmarca también la celebración el pasado año de las primeras jornadas de Estudios de Género. "Hay mucho voluntarismo. La universidad está dando cada vez más apoyo, pero le ha costado un poco. Sin embargo, no sólo es achacable a la universidad, es algo general a toda la sociedad, que está cambiando, pero muy lentamente", concluye Ibáñez.
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