La policía de Alzira avisó de la vulneración del alejamiento tras rescatarse los cuerpos
La juez encarcela al ex compañero de Jenny Lara, que pereció abrasada con dos hijos
Ocho horas tardó la policía en comunicar a la juez de guardia de Alzira (Valencia) que Ismael Pablo Rodríguez había quebrantado la orden de alejamiento de su ex pareja Jenny Lara, dictada en octubre. La policía avisó de la vulneración cuando los bomberos rescataron a las 6.10 del viernes los cuerpos calcinados de la mujer, dominicana de 36 años, y dos de sus hijos, Keit, de ocho años y María, de cinco.
A las 22.10 del jueves Jenny había llamado a la policía para denunciar que Ismael la había amenazado de muerte a las 21.10 por el telefonillo. Así lo confirmaron ayer fuentes judiciales.
Tanto en la comisaría de Alzira y en la Jefatura Superior de Policía declinaron explicar los motivos del atraso en avisar al juzgado.
La juez decretó ayer el ingreso en la prisión de Picassent de Ismael, de 45 años y natural de Avilés (Asturias), tras tomarle declaración durante la mañana.
Los amigos de la víctima temían la tragedia. "Vete, Jenny, vete de Alzira, que te va a matar". Pero ella decía que quería dar un futuro a sus hijos, y se sentía muy ligada a la localidad. El barrio piensa ya en homenajear su memoria en las fiestas del próximo octubre.
La noche del jueves Jenny había pedido a un amigo, José, que viniera a casa, tras la amenaza de Ismael. La policía acudió al domicilio, permaneció 10 minutos, y luego intentó en vano localizar al agresor por los rincones que solía frecuentar.
Éste volvió sobre las cuatro de la madrugada del viernes, cerró la vivienda con la llave arrebatada a su hijo mayor, Pablo, de 12 años ( que vivía con él pero que comía en casa de su madre), lo roció todo con gasolina y prendió fuego. José se salvó por dormir en el salón.
Jenny se vino de su país con Ismael Pablo. Vivieron primero en Avilés. Desde hace 15 años, en Alzira. Ismael trabajó siempre con un camión y tenía un pasado judicial: fue condenado por estafa en Bilbao y en Cangas de Onís. En 1998 denunció una trama en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de Massalfassar (Valencia), porque se sintió estafado en la compra de un camión : todo quedó en nada. Poco después sufrió un accidente que le dejó fuera del mercado laboral y pendiente de un subsidio mínimo. Además, el alcohol entró en su vida de forma habitual, según manifiestan los vecinos.
En 1999 Jenny acudió a los servicios sociales de Alzira para explicar la precaria situación y los malos tratos que sufría. Consuelo Martínez, concejal de Servicios Sociales, confirmó el pasado viernes que había un expediente abierto y que se emitieron varios informes a los juzgados por seis juicios que la pareja libró por amenazas, injurias y lesiones.
La última sentencia data de 26 de diciembre: ambos litigantes fueron condenados a realizar trabajos para la comunidad, por lesionarse en una discusión en los juzgados. Y a Ismael le fue impuesta una orden de alejamiento a más de 200 metros de Jenny. Ismael presentó recurso, trámite que no tiene aún fallo, pero otra orden dictada en octubre por otro juez de Alzira estaba en vigor cuando la historia de la pareja acabó entre las llamas.
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