El Gobierno y la Junta andaluza retiran sus recursos sobre embriones

El Gobierno socialista está decidido a despejar en dos semanas las incógnitas que pesan sobre la investigación con células madre. El Consejo de Ministros retiró ayer el recurso de inconstitucionalidad que el Ejecutivo del PP había planteado contra la ley andaluza sobre este asunto. La Junta de Andalucía también retirará su recurso contra la ley estatal. El secretario general de Sanidad, Fernando Lamata, que ofreció ayer su apoyo al científico del Instituto Salk de California Juan Carlos Izpisúa Belmonte, prevé una red de "cuatro o cinco centros de investigación".

Durante la última legislatura, el Gobierno del PP evolucionó desde el rechazo frontal a la investigación con células madre de embriones humanos hasta una reforma legal que las permitía, aunque con muchas restricciones. Pero la Junta de Andalucía se había anticipado con una ley autonómica que autorizaba los experimentos, y con su apoyo al especialista en diabetes Bernat Soria. El Ejecutivo del PP recurrió la ley andaluza por inconstitucional -la Junta hizo lo propio con la ley estatal- y apostó por otro científico, el investigador del Instituto Salk de California Juan Carlos Izpisúa Belmonte.

El cambio político ha vaciado de contenido esas disputas. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer tras el Consejo de Ministros la retirada del recurso planteado por el anterior Ejecutivo. La decisión, dijo, "significa que, a partir de este momento, se levanta el freno para que en Andalucía se pueda investigar" con células madre derivadas de embriones congelados.

Y la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, reveló poco después que la Junta también retiraría su recurso contra la ley estatal, informa Tereixa Constenla. El Parlamento andaluz, que también había presentado su propio recurso ante el Tribunal Constitucional, avalado por todos los grupos políticos de la Cámara excepto el PP, seguirá previsiblemente el mismo camino.

Con la retirada del recurso gubernamental entra en vigor plenamente la ley andaluza que regula la investigación con células embrionarias, suspendida de forma cautelar hasta ahora. En la práctica significará, según la consejera andaluza, que "antes del verano se podrá descongelar el primer embrión".

Hasta ayer mismo seguía siendo una incógnita si el nuevo Gobierno mantendría los acuerdos con Izpisúa, el fichaje estrella del PP. El científico lleva unos días en España para intervenir en el ciclo Nuevos caminos del conocimiento de la Fundación Santander Central Hispano, y el secretario general de Sanidad, Fernando Lamata, aprovechó ayer la ocasión para sondearle. La reunión fue muy estimulante, según ambas partes.

Condiciones razonables

"El Gobierno va a apoyar la investigación con células madre, va a mejorar el marco legal y a desarrollar los mecanismos necesarios", explicó ayer Lamata a este diario. "La figura de Izpisúa es fundamental para ello, y sus condiciones me han parecido muy razonables".

Esas condiciones son más o menos las que Izpisúa acordó con la anterior ministra de Sanidad, Ana Pastor, y con la Generalitat de Cataluña presidida por Pasqual Maragall. La idea es que Izpisúa regrese a España para dirigir un centro de investigación en Barcelona, y que España establezca una colaboración estable con el Instituto Salk de California para intercambiar investigadores y desarrollar líneas conjuntas sobre células madre.

Queda abierto el problema de la coordinación de las investigaciones. El Instituto Salk, la Universidad de Harvard y otros centros de élite están promoviendo una red internacional de investigación con células madre embrionarias, e Izpisúa considera que España puede sumarse a ese proyecto si vende bien su mejor capital: su organización de trasplantes, considerada por muchos especialistas como la más eficaz del mundo.