La 'línea verde' de Chipre ya es frontera

La línea verde, la franja de demarcación entre el norte y el sur de Chipre tras la división de la isla en 1974, desapareció teóricamente a las cero horas de hoy con la entrada en la UE de la República de Chipre (RC), que agrupa a la comunidad grecochipriota. Desde este 1 de mayo la línea será simplemente una frontera más de Europa, aunque los pasos de entrada continuarán siendo dos. Los habitantes de la República turca del norte de Chipre (RTNC) -entidad no reconocida por la ONU- podrán circular por toda la isla sin restricciones.

Deseosa de no castigar a la comunidad turcochipriota, que votó a favor de la reunificación el pasado 24 -a diferencia de sus vecinos del sur-, la UE ha decidido conceder también una serie de beneficios comerciales a la RTNC. Serán de momento limitados, pero suponen un claro mensaje político de que Bruselas no olvida lo que ha ocurrido en los referendos.

Los embajadores de los Veinticinco acordaron esta semana suprimir los derechos arancelarios para las exportaciones del norte al sur de productos agrícolas, pesqueros y mineros. En esa concesión han sido excluidos ganado y derivados cárnicos, así como manufacturas. La medida abarca por ahora únicamente a la exportación de productos de origen turcochipriota hacia el sur y por tanto no podrán beneficiarse mercancías de terceros países que se pretenda comercializar a través del norte, concretamente de Turquía, única nación que reconoce a la RTNC desde el golpe de 1974.

El Gobierno turcochipriota ha expresado insatisfacción por una medida que estima todavía muy limitada. La RTNC quiere que los beneficios se amplíen al comercio directo con los demás miembros de la UE. La Comisión Europea no ha excluido que en el futuro sea así. La Comisión ha aprobado también la concesión de 259 millones de euros de ayuda a la comunidad turcochipriota para proyectos de infraestructura, medio ambiente, reforma administrativa y turismo.