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Reportaje:EL DEBATE DEL AGUA

Dos proyectos sin margen para la negociación

Narbona ofrece 340 hectómetros cúbicos en cuatro años y el PP defiende que el trasvase trae 465

Sara Velert

La visita al Ministerio de Medio Ambiente de los presidentes de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y la Región de Murcia, Ramón Valcárcel, ha dejado sobre la mesa dos proyectos -el trasvase del Ebro y la alternativa socialista- y prácticamente ningún margen para la negociación, dada la postura de las partes. Los dos gobiernos autonómicos rechazan la paralización del trasvase y consideran que las medidas presentadas por la ministra Cristina Narbona sólo completarían una transferencia a la que no renuncian. Mientras, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, califica de inviable el trasvase y considera que su alternativa contiene las obras urgentes y necesarias para paliar el principal déficit de agua, un plan que debe cumplirse antes de estudiar, si fuera necesario, alguna transferencia entre cuencas hidrográficas. En ese contexto, la contraposición de ambas propuestas refleja la larga polémica en torno a las cifras del PHN en inversiones, costes y precio del agua, en recursos disponibles y en déficits a cubrir.

Para la ministra socialista, el trasvase es inviable y no asegura el agua prometida
El PP defiende que los datos del PHN están avalados por años de debate y estudios
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Así, el gobierno valenciano defiende que los datos del PHN, una ley aprobada en 2001, están avalados por años de debate, multitud de informes técnicos y científicos, que fueron aprobados por el Consejo del Agua, entre otras instancias. En consecuencia, defiende un trasvase del Ebro que aportaría a la Comunidad Valenciana unos 465 hectómetros cúbicos -315 hectómetros cúbicos de la cuenca del Júcar y otros 150, según calcula la Generalitat, de los 450 asignados a la del Segura, que comparte con Murcia-. Además, el Consell añade a esas cantidades los alrededor de 270 hectómetros cúbicos que reportarán las obras que corresponden a su territorio en el anexo del PHN. En cuanto a las inversiones, además de los 1.306 millones de euros en obras ajenas al trasvase del anexo del PHN, regionaliza su parte de la tubería del Ebro con otros 2.490 millones de euros -el coste total, según el PHN, es de 4.207-, y los 230 millones de la transferencia del Júcar al Vinalopó. En suma, unos 4.000 millones de euros en inversiones.

A partir de estos datos, el consejero de Obras Públicas, José Ramón García Antón, dijo ayer sentirse "engañado y estafado" por la ministra, que prevé para la Comunidad Valenciana inversiones urgentes de 990 millones de euros para ganar en cuatro años 340 hectómetros cúbicos. Argumentó el consejero, como ya adelantó el jueves el presidente, Francisco Camps, que la mayoría de las obras que ofrece Narbona, alrededor del 90%, están ya contempladas en el anexo del PHN, y que éstas no son suficientes para cubrir el déficit de agua en la Comunidad Valenciana. Para el Gobierno del PP, las inversiones previstas se reducirían a una cuarta parte y se restan recursos hídricos al ejecutar obras anunciadas en el anexo sin aportar agua añadida del Ebro. La conclusión del Consell es tajante: el gobierno socialista pretende "cargarse el trasvase del Ebro a cambio de nada" y su postura supone "una ofensa muy grande" a los valencianos.

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Para el Ministerio de Medio Ambiente, por contra, las expectativas de la Generalitat no responden a la realidad. Narbona fue tajante: el trasvase es económicamente inviable, infravaloró los costes de la infraestructura y del precio del agua, minusvaloró impactos medioambientales y asignó un reparto de hectómetros del Ebro que no podrían llegar a las cuencas receptoras. Una dura crítica al PHN que el Consell rechaza con contundencia y considera insultante.

Tras revisar el PHN, el equipo de Narbona concluye que la obra del trasvase costaría 5.683 millones de euros, un 35% más de lo previsto porque no se incluyen las redes de conexión final hasta los ususarios, entre otros factores. Tampoco se calculó debidamente, según el ministerio, la amortización de la obra, los costes energéticos o de mantenimiento. Por ello, Narbona concluye que el precio del agua para los usuarios alcanzaría los 0,91 euros por metro cúbico frente a los 0,39 del PHN. Así, el "coste medio real" del agua no es asumible para la agricultura. A ello se añade la revisión de los volúmenes de agua que recibirían las cuencas mediterráneas del trasvase, que Narbona reduce de 1.050 hectómetros cúbicos anuales a 620. Los socialistas enmiendan los cálculos sobre el caudal mínimo del Ebro; la previsión de embalses para regular los volúmenes a trasvasar, y explican que el agua no está asegurada en uno de cada cuatro años. Para la Comunidad Valenciana, esta reducción supondría, calculado generosamente, 270 hectómetros cúbicos de los 465 que como máximo esperaba.

Frente a la "panacea" de este trasvase, Narbona ofrece un plan de 41 actuaciones "urgentes" para lograr en cuatro años 340 hectómetros cúbicos frente a los 315 previsto en un plazo más largo para la cuenca del Júcar y una cantidad inferior a los 150 defendidos por la Generalitat para la parte del Segura en territorio valenciano. La inversión de 990 millones de este plan subiría en otros 300 por varias actuaciones en Alicante para unos 30 hectómetros cúbicos más que figuran en la documentación de la alternativa de Murcia, que comparte el territorio de la cuenca del Segura.

La oferta socialista combina obras del anexo del PHN que, según resaltó Narbona, estaban pendientes desde antes de aprobarse el proyecto del PP y otras que en estos años no se han hecho, a las que añade otras nuevas, entre ellas cuatro desaladoras en Alicante. Son medidas que ponen el acento en una gestión eficiente del agua, la reutilización y la modernización de regadíos, con el fin de ganar agua en menos tiempo (el horizonte del PHN es 2010) y menor coste. Y desde la premisa de que antes de abordar trasvases deben optimizarse los recursos existentes, agotarse otras medidas y revisarse la demanda para decidir nuevas actuaciones. Desde el PSPV se resalta que así se da prioridad a unas obras, como las del anexo del PHN, que el PP relegó al fiar su apuesta al trasvase. El gobierno anterior del PP pretendía destinar a la transferencia del Ebro 1.200 millones de euros pedidos a la Unión Europea -en serio peligro por los informes negativos de varios servicios comunitarios, resalta Narbona- que el ministerio espera invertir en su alternativa.

Un cambio de perspectiva y prioridades que rechaza la Generalitat. García Antón dijo ayer que el precio del agua calculado por Narbona "no se justifica con datos", y entre otras observaciones críticas a los análisis de la ministra, destacó la coincidencia de obras del anexo del PHN con la oferta de Medio Ambiente. Según la documentación de García Antón, del anexo están en ejecución una quincena de actuaciones por 558 millones de euros de los 1.305 previstos, una lista en la que el grueso lo suman los 230 de coste del trasvase del Júcar al Vinalopó, que la ministra no introduce en su plan porque lo quiere estudiar "con detenimiento". El consejero, además, argumentó que varias desaladoras y medidas del plan ministerial están en marcha, como la reutilización de agua de la depuradora de Pinedo, y mencionó la instalación de Xàbia, pagada por el Ayuntamiento sin ayudas. Al comparar los anexos del PHN con la oferta de Narbona (ver gráfico), el Consell ha fijado en algunos casos la relación entre obras con distinta denominación en los dos documentos, al interpretar que son la misma actuación con otro nombre. Fuentes del PSPV aseguran que se ha respetado la descripción del anexo, por lo que serían obras nuevas o revisadas las que varían de nombre. Los socialistas recuerdan el fuerte retraso de ejecución del anexo del PHN y la necesidad de revisar proyectos como las presas del Marquesado o la de Sellent -los informes desaconsejan la ubicación estudiada- o actuaciones contra avenidas anunciadas ya por el PP en 2000.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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