La UE estrena mecanismos para eliminar los abusos de mercado y delega poderes a las autoridades nacionales
La Unión Europea contará a partir de mañana con un nuevo régimen que busca flexibilidad, extensión y profundidad para luchar contra las posiciones dominantes de mercado. Bruselas delegará poderes de control a las autoridades antimonopolio nacionales para centrarse en los casos más importantes, pero a cambio podrá registrar hasta los domicilios de los directivos sospechosos de forzar las reglas del mercado.
La UE, que mañana crece a 25 miembros, contará también a partir de entonces con nuevas reglas para luchar contra los monopolios. Mario Monti, comisario europeo responsable de Competencia, quiere que la iniciativa privada juegue un papel más activo y que las empresas tengan derecho al recurso directo a los tribunales. Las reformas que ahora entran en vigor son las más radicales en la historia de la UE: introducen flexibilidad en los plazos de investigación de las fusiones, que aumentan ligeramente para dar algo más de tiempo a emitir juicios; refuerzan la ventanilla única; amplían el número de autoridades con capacidad para intervenir, al dar voz a los organismos nacionales, y concede agresivos medios a la Comisión para investigar los posible perjuicios de una concentración.
"El 1 de mayo no será sólo el Día de la Ampliación, sino el Día de la Competencia", dice Monti en un boletín interno. "Si una empresa española se queja sobre la actuación de otra empresa en España, es muy probable que los responsables españoles de competencia estén mejor situados para examinar las alegaciones", explica Monti.
Más poderes para investigar
Bruselas tiene jurisdicción exclusiva sobre concentraciones entre empresas cuyo volumen de negocios conjunto a escala mundial supere los 5.000 millones de euros. En empresas que realizan más de las dos terceras partes de su volumen de negocio total en un mismo Estado de la Unión, la concentración debe ser examinada por la autoridad de competencia de ese país.
Entre los nuevos poderes que recibe la Comisiónestá el de registrar la residencia y otras propiedades privadas de los directivos de compañías sospechosos de actividades punibles. La experiencia demuestra, según Competencia, que los directivos no sólo guardan documentos importantes en sus casas, sino que lo hacían deliberadamente cuando se trataba de material incriminatorio.
Monti quiere, además, otras reformas que alienten a los europeos a buscar protección de los tribunales contra quienes violan la reglas de competencia. Es el modelo de EE UU, donde se estima que el 90% de las decisiones sobre violaciones de la competencia derivan de fallos judiciales. "El recurso a los tribunales permitiría a los consumidores ser indemnizados por los perjuicios sufridos por las compañías que violan la ley", señaló.
Por otra parte la Comisión encontró ayer argumentos
jurídicos en su lucha contra Microsoft en una sentencia del Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea que considera que una empresa dominante en un sector puede ser obligada a compartir sus derechos de propiedad intelectual en circunstancias extraordinarias. "Creemos que estas circunstancias excepcionales se aplican también a Microsoft", comentó una portavoz de Competencia. Microsoft, en cambio, alegó que las circunstancias reclamadas no se cumplían en su contencioso.
La sentencia respondía a la petición de un tribunal alemán por el enfrentamiento entre el gigante de la distribución farmacéutica IMS y su competidor NDC, al que la Comisión concedió el derecho a usar un sistema de conocimiento de la distribución del mercado de IMS. El Tribunal señala que la negativa a compartir la información será un abuso de posición dominante si se cumplen tres condiciones: la firma que reclama la información va a ofrecer productos o servicios nuevos; la negativa no tiene razones objetivas, y el rechazo a compartir busca reservarse la posición dominante en el mercado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.