El fiscal retira la acusación contra todos los imputados en el 'caso Bidebarrieta'

El presunto robo masivo de libros de gran valor de la Biblioteca municipal bilbaína de Bidebarrieta se ha cerrado, diez años después de iniciarse, sin acusados y con la duda de si realmente hubo apropiación. Lo único confirmado en la vista oral ha sido la desorganización y la ausencia de control que existía sobre los fondos históricos de la biblioteca. Ayer, en la última jornada del juicio, el fiscal retiró las acusaciones contra los cinco imputados por considerar que las pruebas periciales practicadas "no acreditan nada". El Ayuntamiento, que ejerce la acusación particular, se sumó al criterio del fiscal en el caso de cuatro acusados.

Tras retirar la acusación el fiscal, los defensores de los libreros anticuarios Javier Madariaga y Francisco Javier Boulandier criticaron la "temeridad y mala fe" con que actuó el Ayuntamiento durante la instrucción del caso, al estimar que mantuvo la denuncia contra sus clientes para encubrir "el descontrol" de los fondos históricos de la biblioteca, informa Vasco Press.

En el juicio no ha podido acreditarse si los volúmenes con sellos municipales encontrados en poder de tres de los imputados -los dos libreros y Carlos Basas, hijo del fallecido ex bibliotecario jefe de Bidebarrieta Manuel Basas-, fueron efectivamente sustraídos ni cuántos libros faltan de los fondos municipales, pues ni siquiera había un catálogo de los estimados raros.

Al final, la única prueba de cargo era la declaración autoinculpatoria de Jon Abio, quien aseguró haberse apropiado de 1.500 libros de los fondos municipales para vendérselos a los anticuarios. Sin embargo, Abio, que cumple condena en Francia por el robo de dos ferraris, volvió a cambiar en la vista oral su declaración. El psicólogo que ha actuado como perito puso el martes en cuestión la credibilidad de su testimonio debido a su carácter mitomaníaco y fabulador.

Este cúmulo de circunstancias llevó al fiscal a anunciar que retiraba las acusaciones contra los cinco imputados nada más iniciarse la sesión de ayer. El quinto imputado es el auxiliar bibliotecario Imanol Medrano, a quien Abio implicó como la persona que seleccionaba los volúmenes que supuestamente robaba.

"Temeridad y mala fe"

Tras explicar el fiscal las razones por las que retiraba la acusación, el presidente del tribunal, en un gesto inhabitual en estos casos, concedió la palabra a los defensores de los imputados. La defensa de Boulandier recalcó la "temeridad y mala fe" del Ayuntamiento de Bilbao, a quien reprochó haber denunciado a los libreros para "evitar que la opinión pública conociera el descontrol" que reinaba en la biblioteca municipal. Pidió por ello que se le imponga al consistorio el pago de costas del juicio.

El abogado de Madariaga reprochó también al Ayuntamiento su actuación poco rigurosa, subrayando que en la instrucción del caso se estuvo "bordeando la infracción de derechos fundamentales". Finalmente, reclamó que se restituya el honor de los acusados, petición a la que se sumaron las defensas de Imanol Medrano, Francisco Javier Boulandier y Carlos Basas.

El padre de éste último, el difunto bibliotecario jefe de Bidebarrieta, obtuvo ya en la vista una pequeña compensación póstuma. El fiscal resaltó que no hay indicios de que Manuel Basas se hubiese apropiado de fondos bibliográficos, mientras que la acusación destacó en nombre del Ayuntamiento su "excelente labor" como bibliotecario.