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El mayor accionista de Barreras deja la sociedad tras su vinculación con paraísos fiscales

El astillero privatizado en 1997 anuncia que reducirá la plantilla en un 75% en seis años

Construcciones Navales del Odiel, accionista mayoritario del astillero privatizado en 1997, Hijos de J. Barreras, ha abandonado la sociedad dos meses después de que se hiciera pública su vinculación con paraísos fiscales a través de la sociedad luxemburguesa Granata, de la que es filial. Construcciones Navales del Odiel, cuyo propietario real se desconoce, ha recibido a cambio de su participación 4,5 millones de euros, el mismo dinero que invirtió hace seis años, según explica el presidente de la empresa viguesa, José Francisco González Viñas. Barreras reducirá su plantilla en un 75% hasta 2011.

La salida de Construcciones Navales del Odiel de Barreras se concretó el pasado 1 de abril. La sociedad de carácter unipersonal, filial de la compañía luxemburguesa Granata -participada a su vez por sociedades domiciliadas en paraísos fiscales como Tórtolas y Bahamas-, no acudió en esa fecha a una ampliación de capital en Barreras de 3,8 millones de euros que ha dejado la composición del accionariado del astillero como sigue: 60% en manos de directivos y personal del astillero, 20% en manos del grupo pesquero vasco Albacora y otro 20% en manos del grupo empresarial García Costas.

Según el presidente del astillero, Jose Francisco Pucho González Viñas, la salida del que durante seis años ha sido propietario de la sociedad se ha debido a la existencia de "ópticas y estrategias diferentes". Según su explicación, Construcciones Navales del Odiel "quería rentabilidad y nosotros, desde la privatización, no hemos repartido dividendos". De ahí, siempre según el presidente, que se haya "pactado" una salida que incluye, afirma, "la recuperación" del dinero que Construcciones Navales del Odiel invirtió en la compra del astillero a la SEPI: 750 millones de las antiguas pesetas (4,5 millones de euros). "Nadie ha expulsado a nadie", explica González Viñas, que califica la salida de "pactada", hasta el punto de incluir "posibles pactos de construcción naval" con el grupo saliente.

Razones estratégicas

Por parte de Construcciones Navales del Odiel, un portavoz admitió que la salida de Barreras, "desde el punto de vista económico, no ha sido buena" y se ha debido a "razones estratégicas".

Ni Barreras ni Construcciones Navales del Odiel vinculan la decisión de abandonar la compañía a la publicación, en febrero pasado, de algunos puntos poco claros en el proceso de privatización del astillero, que factura en estos momentos, según su presidente, 200 millones de euros anuales.

Esos puntos poco claros, denunciados ante un juzgado de Madrid, se centran en averiguar quién compró realmente el astillero Hijos de J. Barreras en 1997. La SEPI y el Consejo de Ministros aprobaron la venta del astillero, el 26 de diciembre de 1997, al grupo Naviera del Odiel, pero la venta real, que se materializó en julio del año siguiente, se realizó a una sociedad llamada Construcciones Navales del Odiel, filial de la sociedad luxemburguesa Granata, que, según afirmó en su día el consejero delegado de Naviera Odiel, Jesús Pereda, nada tiene que ver con el grupo teóricamente adjudicatario.

En febrero pasado, tanto la SEPI como el astillero Barreras señalaron que toda la operación de privatización del astillero había sido perfectamente legal. A día de hoy, el presidente de Barreras, González Viñas, mantiene que Construcciones Navales del Odiel, desde su punto de vista, siempre ha sido una sociedad del grupo Naviera Odiel y atribuye las denuncias sobre los puntos oscuros en la privatización "a discrepancias entre los propietarios [la familia Odiel]".

De cara al futuro, tras el cambio en la estructura accionarial, Barreras -que de forma directa e indirecta emplea a 2.000 personas en el área de la ría de Vigo- se centrará "en reducir costes fijos" y ofrecer productos -barcos- con alto valor añadido. Parte del plan pasa por reducir plantilla de 300 personas a 80 en 2011, según su presidente, de forma no traumática. "Somos líderes en construcción naval en Galicia y queremos seguir siéndolo", asegura González Viñas, quien puntualiza que las polémicas judiciales "están totalmente al margen de nuestra gestión".

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