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Condolencia a familiares de las víctimas de Casablanca

El homenaje a las 45 víctimas mortales de los atentados del 16 de mayo de 2003 dio ayer pie para que Mohamed VI saliera a la calle y se mostrara en público con su huésped español, lo que constituye otro detalle poco usual en este tipo de visitas. La comparecencia del rey y de Rodríguez Zapatero en la Plaza de la Wilaya, sede de la representación del Gobierno en Casablanca, tuvo como objeto inaugurar una estela funeraria, una lápida conmemorativa de los fallecidos en el atentado, y derivó enseguida en un baño de masas. Fue un acto muy controlado, ya que la plaza, de considerables dimensiones, estaba vallada y acordonada por la policía, lo cual no evitó que dentro del recinto los agentes se emplearan a fondo para contener a los camarógrafos y a un nutrido grupo de jóvenes que rodeaban a la comitiva real con gritos de "viva el rey". Los jóvenes se presentaron como miembros de Iniciativas, una sociedad privada, dijeron, y vestían camisetas blancas con una mano roja impresa en el pecho, sobre la leyenda No toques a mi país. La frase evoca el lema touche pas mon pot [no toques a mi colega] que hizo fortuna en Francia en las campañas por la integración de los emigrantes. La mano abierta es símbolo de fortuna en los países islámicos y ha sido reciclado como símbolo antiterrorista.

"El pueblo marroquí es más sólido, más tenaz y más decidido a construir el Marruecos de la unidad y de la democracia, del progreso de la solidaridad y de la tolerancia", se leía en grandes pancartas impresas en árabe, español, francés e italiano, en recuerdo de las nacionalidades de la víctimas del atentado de Casablanca. Mohamed VI y Zapatero dieron la mano, entre empujones, a un grupo seleccionado de familiares de víctimas. Ambos abrazaron a un joven de camiseta blanca. Una niña de unos 15 años y sus dos hermanos menores lloraban. Habían perdido al padre en el ataque.

La lápida descubierta lleva la inscripción "en memoria de las víctimas del 16 de mayo en Casablanca", en árabe, castellano, francés e italiano. Y debajo, los nombres de los fallecidos, entre ellos los cuatro españoles.

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