Pablo Carbonell retrata los problemas de la costa gaditana en una comedia

Tres pescadores sin un duro se las ven y las desean para organizar la boda de uno de ellos. Es la excusa de Pablo Carbonell para contar "historias de la gente del sur": mujeres jugando al bingo en la calle, desguaces de barcos, pateras cuajadas de inmigrantes, cadáveres entre rocas o narcotráfico. El conocido reportero del programa Caiga quien caiga, se estrena en la dirección con una "comedia luminosa" sobre los problemas de un pueblo pesquero andaluz.

Estaba Pablo Carbonell oyendo una canción en el coche de su amigo Wyoming cuando escuchó una bossa-nova: "Barbate..., atún y chocolate..., na nino nino nino...". En ese momento se le ocurrió mezclar una música tan suave con imágenes durísimas en blanco y negro de la levantá de los atunes en la Almadraba. Faltaban algunos meses para que Tele 5 decidiera que Caiga quien caiga, el programa que los había dado a conocer, no continuara en la parrilla. Por aquel entonces ya estaba buscando material para Atún y chocolate, la primera película que ha dirigido inspirada en Barbate y Zahara de los Atunes (Cádiz), donde se esconde cuando necesita tomar el sol y observa el quehacer y los problemas de los que allí viven.

No quería hacer con una película triste, "porque la gente de aquí no lo es". Por eso pensó en una historia de amor que tenía que acabar en boda. "A pesar de lo precarias y tenebrosas que a simple vista puedan parecer las vidas de los auténticos protagonistas, nos tienen que fascinar por su luminosidad", explica Carbonell. "Trato de captar la dignidad de una gente que vive feliz haciendo funambulismo entre el drama y la chirigota; haciendo piruetas en la frontera entre el Norte y el Sur".

Todo fue muy rápido. El guión, escrito en apenas 12 días, lo colocó enseguida en la productora sevillana Maestranza Films. Tardó seis semanas, "ni un día más", en rodarlo. Colaboraron muchos "nativos con frase" que trabajaron con un reparto formado por un grupo de actores y amigos del director entre los que se encuentra la malagueña María Barranco, que hace de su mujer;un Pedro Reyes sin bigote y con peluquín por exigencias del guión; y Antonio Dechent, que interpreta al personaje que podría crear más susceptibilidades en la historia ya que maltrata a un marroquí para robarle la droga. "He hecho un personaje enloquecido, casi un cómic", dijo Dechent en la presentación, "porque de lo contrario me habría sentido muy mal". Completan el reparto Biri, el actor árabe que interpreta a Omar del que Carbonell destaca su mirada dulce y la capacidad para temblar en cualquier escena de la película; Rosario Pardo, que hace un dúo interpretativo con María Barranco; y Begoña Labrada y Esther Arroyo, "dos suripantas" que ayudan a los pescadores a conseguir su objetivo.

Del rodaje, en pleno mes de diciembre en Zahara de los Atunes, destacaron la dureza de las secuencias en alta mar, sobre todo por el descontrol "rocanrolero" de los rodajes nocturnos, y que uno de los extras "que aseguraba que recogía percebes a bocaos y sin traje de neopreno" fue incapaz de decir su frase por la temperatura del agua. "El tipo se me iba para el fondo. Lo sacamos tan pálido que parecía un fluorescente", contó Carbonell.

Atún y Chocolate se proyectará mañana en Cádiz y llegará a las comerciales el viernes 30.