Los alcaldes de Irún, Hondarribia y Hendaya reafirman su decisión de construir la incineradora del Txingudi

Los alcaldes de Irún, Hondarribia y Hendaya, José Antonio Santano, Borja Jauregi y Kotte Ezenarro, respectivamente, se reafirmaron ayer en su propósito de construir una incineradora para los tres municipios en la zona de Jaizubia, pese a la oposición mostrada por varios colectivos de vecinos, ecologistas y un grupo de 400 médicos y enfermeras. Los regidores se mostraron dispuestos a "seguir adelante" con esta instalación, al mismo tiempo que anunciaban su compromiso de actuar con "transparencia" durante todo el proceso de construcción y gestión de la planta.

Los impulsores de la incineradora del Txingudi comentaron de forma "muy positiva" el desarrollo de las jornadas celebradas desde el pasado martes en Irún sobre este proyecto. Recalcaron que esta alternativa para el tratamiento de las basuras "no supone ningún riesgo para la salud" y está "avalada por numerosos informes científicos". Citaron las experiencias de Tarragona y Mallorca como ejemplos de que la incineración es viable sin causar daños en la población.

Entre los contrarios a esta infraestructura, la portavoz de la plataforma Txingudi Bizirik, Marijo Nogués, manifestó que "las autoridades hacen oídos sordos a otras alternativas". Respecto a las jornadas, destacó que "la mayoría de las intervenciones del público fueron contrarias a la incineración". Criticó el oscurantismo del proceso, por lo que este colectivo anunció la convocatoria de una manifestación contra la incineradora, que recorrerá las calles de Hondarribia e Irún el próximo 8 de mayo.

Por otra parte, la empresa Garbitek, especializada en energías ecológicas y renovables, presentó ayer en el recinto ferial de Irún (Ficoba) un sistema de eliminación de residuos que "no tiene chimeneas y se parece más a un laboratorio", porque "no hay emisiones gaseosas a la atmósfera", ya que quema los residuos por combustión exotérmica, conseguida por la ausencia de luz y oxígeno, hasta alcanzar los 250 grados. Los responsables de esta empresa aseguran que el material resultante puede ser utilizado como "abono o material de construcción".