Licenciadas que limpian mocos

Horario de trabajo: 24 horas al día. Se las llama cuidadoras o señoras de compañía, y están siempre dispuestas cuando el anciano al que atienden lo necesita. En Italia, sólo en el año 2002, las aspirantes presentaron 341.121 solicitudes de trabajo. Pero, por cada petición aprobada, han llegado muchas más, las que corresponden a docenas de miles de inmigrantes clandestinas, que viven con los ancianos a los que cuidan sin verdaderos problemas legales, porque casi ninguna autoridad se atreve a enviar a casa este maná que llegó del Este.

Una polaca, ucrania, moldava o rumana cobra, casi siempre en negro, un salario mensual que oscila entre los 550 o 600 y los 800 euros. Para obtener ese mismo tipo de asistencia, 24 horas al día, y con mano de obra italiana, el costo, teniendo en cuenta la Seguridad Social, sería al menos cinco o seis veces mayor.

La utilización de esta ayuda resuelve en buena parte el problema de una población que envejece, así como representa un fuerte ahorro para la salud pública. En un estudio efectuado en 2002, el profesor Alessandro Castagnaro, profesor de Política Social en la Universidad de Padua, ha definido la afluencia de esta ayuda doméstica como "la revolución oculta". Dice el profesor que se trata de "todo un cambio que tiene su origen en la apertura a escala internacional del mercado de trabajo asistencial. La demanda y la oferta asistencial han sabido darse la mano, siguiendo vías desconocidas e imprevistas". Sólo en la región de Venecia, según este estudio, había en 2001, 15.000 señoras de compañía que trabajaban con ancianos. En una casa de reposo, cada anciano costaría anualmente al Estado 27 millones de las antiguas liras (13.500 euros) y 36 millones de liras (18.000 euros) a la familia. Sólo en esta región, el ahorro sería, por tanto, de 350.000 millones de las antiguas liras (175 millones de euros) al año.

Las señoras de compañía que vienen del Este poseen, por añadidura, un alto grado de escolarización. Las licenciadas son el 18%, con diplomaturas hay un 40%, y el 36,8% cuenta con un título en el sector asistencial o de enfermería.