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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una ración de bacalao al pil-pil

Una novela cómica sobre asuntos serios. Así es la nueva novela de Carlos Eugenio López, un autor que sabe renovar su arsenal expresivo en cada nueva entrega. En El factor Rh la trama avanza mediante pequeños impulsos que poco a poco perfilan personajes, ambientes y situaciones. Las diversas escenas tienen una entidad propia bien definida y establecen entre sí una relación de contraste. Detalles como el sueño que tiene una mujer de su marido nadando en un charco de sangre adquirirá al final un siniestro sentido. Los heterogéneos personajes van haciendo su aparición y a casi todos sabe sacarles el autor un buen rendimiento, quizá con la excepción de una niña que no encaja demasiado en la historia. El autor utilizando con gran habilidad la elipsis da a conocer algunos hechos y esconde muchos otros. En definitiva, una buena construcción narrativa que muestra habilidades que López no había manejado en otras obras.

EL FACTOR RH

Carlos Eugenio López

Lengua de Trapo. Madrid, 2003

190 páginas. 15 euros

He aquí algunos de esos personajes: un patético entrenador de fútbol, ex jugador fracasado a causa de una lesión al que burlonamente llaman Beckenbauer, el presidente del Athletic Club que no comprende cómo su criada dominicana cocina tan bien el bacalao al pil-pil no siendo vasca, un buen surtido de etarras esperando entrar en acción y sosteniendo conversaciones que el narrador ve con sarcasmo sobre la antropología de los vascos, etcétera.

La novela es divertida y atrayente por el descaro con que se nos cuentan los variopintos sucesos, la ironía con que son presentadas las reflexiones de diversos individuos, la comicidad a flor de piel y el lenguaje y los temas tan políticamente incorrectos, una opción que el autor ha tomado a conciencia. El título evoca con facilidad el tema que conecta los acontecimientos y los erráticos y dispersos movimientos de los personajes. La presencia de terroristas de ETA acerca la acción a los asuntos más dramáticos de la actualidad y si bien la novela presenta variedades entre esos personajes (al fondo se insinúan historias de amores frustrados) destaca, sobre todo, la valoración negativa que el autor ofrece de sus pensamientos. El recurso al sarcasmo es aquí fundamental. Un etarra nos dice que los manzanos del País Vasco son los mejores del mundo porque provienen directamente del árbol del paraíso terrenal y otro sentencia que "los porteros del Athletic son como el árbol de Guernika".

El motivo argumental más dinámico es el Athletic Club y una crisis que le lleva al borde de la segunda división. Se le propone sustituir al portero llamado Zenarrutzabeitia, un desastre, por uno de raza negra que pondría en evidencia que no es vasco. Un agravio para los más fanáticos. El tono de las conversaciones a que el asunto da lugar es de este calibre: alguien pregunta el nombre del jugador, "Kakanka" se le responde, "¿todo con ka?", "todo", "algo es algo".

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