"El cine convencional, que lo hagan otros"

Con guión de Ray Loriga y unos potentes intérpretes (José Luis Gómez, Juan Diego, Victoria Abril, Eulalia Ramón, José García, Ramón Fontseré...), Carlos Saura regresa a su cine más realista con El 7º día, inspirado en la trágica matanza de Puerto Hurraco que acabó, a finales de agosto de 1990, con la vida de nueve personas. El 7º día, que se estrena hoy en España, ha abierto heridas en Extremadura y provocado duras declaraciones de su presidente, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Pregunta. La matanza de Puerto Hurraco fue un suceso digno de la España más negra o profunda. ¿Qué atractivo cinematográfico tiene esa España negra?

Respuesta. Para mí no es negra, sí profunda. Hay todavía una España rural, enquistada, y que todavía perdura de alguna manera. Evidentemente, hay muchos cambios pero todavía perduran en muchos pueblos los problemas con la tierra, con las lindes, las herencias. Va a ser difícil que desaparezca. La tierra es tan importante... En esta película hay dos familias que se plantean la vida de una manera muy diferente. Una que corresponde a ese medio rural, heredado y que no va a progresar, y otra que tiene una pequeña industria, en la que la mujer es más culta, las niñas van al colegio...

"Es una película sobre la violencia y el odio, sobre cómo la muerte es una solución final"

P. La película es un encargo, la segunda que realiza con un guión ajeno. ¿Qué razones se dio para aceptarla?

R. No me di ninguna razón, sólo que leí el guión y me gustó. El guión original era sobre Puerto Hurraco, era un tema del que habíamos hablado ya hace años con Andrés Vicente Gómez [productor del filme]. No había leído nada de Ray y tampoco he visto su película. Pero cuando leí el guión me gustó muchísimo. Es estupendo.

P. Ha dicho que el guión original era sobre Puerto Hurraco. ¿Es que finalmente dejó de ser de Puerto Hurraco?

R. Dejó de ser Puerto Hurraco por mí. No quería en absoluto que la película fuera un documento o un documental sobre lo que sucedió en Puerto Hurraco, sino tener mucha mayor libertad. No quería tener esa especie de obligatoriedad, de ser rigurosamente fiel a los hechos. Quería inventarme una familia distinta. Los personajes están basados en los reales pero las edades no son exactamente las mismas, quería que los campos fueran semejantes pero no exactamente los mismos, tener esa libertad para no ajustarme tanto a los hechos. Fui yo el que decidió cambiar el título de la película, los protagonistas y, de alguna manera, los hechos.

P. La mirada de Ray Loriga ahonda en la muerte y la violencia. ¿Comparte esa mirada?

R. Es una película sobre la violencia y el odio, sobre cómo se puede llegar a matar, sobre cómo la muerte es una solución final. Desgraciadamente, estamos viendo que eso está pasando todos los días, no sólo en España, sino en el mundo entero. Muchas veces digo que si se cortara una casa por la mitad y pudiéramos observar las vidas familiares, veríamos hasta qué punto la violencia es intrínseca a las relaciones de pareja, a las amistosas, al odio entre los vecinos.

P. ¿Cómo ha sido el encuentro entre Ray Loriga, 30 años más joven y un mundo cinematográfico tan lejano al suyo?

R. No conozco su mundo cinematográfico, pero el guión que ha escrito me hubiera gustado haberlo hecho yo. ¡Qué pena que no se me haya ocurrido escribir a mí el guión de esa manera! Seguramente no habría sabido, sobre todo en algunos diálogos. Tienen una frescura, algo especial, Ray tiene un talento para ciertos personajes populares y sencillos que yo no tengo. Tiene una gran facilidad para hacer diálogos literarios pero que no lo parezcan. Eso es muy difícil.

P. ¿Temía el escándalo y las críticas de Rodríguez Ibarra?

R. Parece mentira que Rodríguez Ibarra haya hecho un juicio de valor sin ver la película. La semana pasada estrenamos la película en Mérida y fue muy bien acogida. Hubo alguien que incluso me dijo que la película reflejaba exactamente lo que ha sucedido, lo cual es imposible porque yo he tratado de reflejarlo a mi manera. Nunca he estado en Puerto Hurraco. No he querido hacer la crónica rigurosa de los hechos ni rodar en el lugar donde ocurrió todo.

P. Las heridas quizás todavía no están cerradas. ¿Era oportuno reabrirlas?

R. A mí lo que me interesaba era reflejar el ejercicio de la violencia, cómo se puede llegar a matar, y de esa manera brutal, y cómo se puede justificar luego eso. No es nada tan extraordinario porque está pasando en todas partes..

P. Con El 7º día vuelve a su cine más realista y más alejado en el tiempo, como La caza, Deprisa, deprisa... ¿Por qué esa vuelta?

R. Era una ocasión magnífica para hacerlo. De vez en cuando me gusta hacer una película con los pies más en la tierra y esto ha coincidido con un excelente guión. Ha sido una película muy cómoda en todos los sentidos. He tenido lo que necesitaba, ni más ni menos. Los actores han sido maravillosos.

P. Es usted de los pocos directores españoles, ya clásicos, que siguen trabajando con regularidad. ¿Cómo ve a su generación?

R. No sé qué generación pertenece a la mía. O los veo más jóvenes o mayores que yo. Trabajo con regularidad porque tengo muchas cosas que decir y puedo decirlas. No sé si es suerte, pero el caso es que tengo proyectos y cosas que hacer, y mientras pueda hacerlas las haré.

P. A sus 72 años, parece que supera con mucha facilidad altibajos de crítica y taquilla importantes. ¿Es algo que se aprende con la edad o es parte de una forma de ser especial?

R. He hecho siempre las películas que me ha apetecido hacer. Cada película es una aventura y si no es una aventura no me interesa nada hacer cine. Para hacer un cine convencional, que lo hagan los demás. Yo hago mi cine y eso no quiere decir que sea mejor o peor. El cine es como la vida, no puedes pensar que siempre vas a hacer una obra maravillosa. No la ha hecho nadie. Mozart... algunas cosas de Mozart son maravillosas, pero no todas. Algunas cosas de Bach son excepcionales, pero no todo. No hay genios. Hay gente que hace muy bien unas cosas y ya está. En mi caso, trato de hacerlo lo mejor posible.

P. Y de su cine, ¿cuál es en su opinión lo mejor que ha hecho?

R. Tener la oportunidad de llegar a hacer 36 películas. Me parece un milagro y además haciendo lo que uno quiere. Yo he hecho de verdad siempre lo que me ha dado la gana.